Campaña institucional contra el abuso del omeprazol en el Departamento Xàtiva-Ontinyent
Se quiere fomentar un uso responsable de los medicamentos, evitar la automedicación, mejorar el seguimiento de los tratamientos y dar a conocer los posibles efectos adversos cuando se usan de forma incorrecta
Campaña contra el abuso del omeprazol
Departament de Salut Xàtiva-Ontinyent
El Servicio de Farmacia de Atención Primaria junto con la dirección de Atención Primaria del Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent, han promovido una campaña informativa sobre la necesidad de hacer un buen uso de los medicamentos conocidos como protectores de estómago.
Estos medicamentos, llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP), reducen la cantidad de ácido que produce el estómago y se utilizan para tratar problemas como la acidez, el reflujo o las úlceras.
Con esta iniciativa se quiere fomentar un uso responsable de los medicamentos, evitar la automedicación, mejorar el seguimiento de los tratamientos y dar a conocer los posibles efectos adversos cuando se usan de forma incorrecta.
Se ha detectado que muchos pacientes toman omeprazol y otros fármacos similares todos los días durante largos periodos. Por eso, la campaña aclara que estos medicamentos no son protectores del estómago, sino tratamientos para casos concretos.
Beneficios y riesgos
El mensaje principal es informar sobre sus beneficios y riesgos, promover un uso responsable y recordar la importancia de consultar siempre con el personal médico antes de mantener un tratamiento prolongado.
Se ha diseñado un póster para los centros de salud que explica cuándo están indicados y cuándo no, cuáles son sus efectos adversos a largo plazo y qué recomendaciones seguir para aliviar molestias digestivas ocasionales sin recurrir a medicamentos. Además, se está compartiendo con los profesionales sanitarios una guía para la prescripción y uso adecuado de los IBP.
El Servicio de Farmacia de Atención Primaria y la Dirección de Atención Primaria iniciará también otras campañas sobre medicamentos como los antibióticos, las benzodiacepinas y otros tratamientos cuyo uso se ha normalizado, olvidando sus riesgos y las indicaciones específicas para las que están destinados.