El subdirector de Emergencias de la Generalitat afirma que el ES-Alert se retrasó por un debate sobre su contenido y porque los políticos querían avisar a los alcaldes afectados

Catarroja

El subdirector de Emergencias de la Generalitat, Jorge Suárez, ha afirmado este jueves ante la jueza que instruye la gestión de la DANA que la posibilidad de enviar un mensaje masivo a la población estuvo encima de la mesa del CECOPI desde que empezó, prácticamente a las cinco de la tarde. Una declaración que se ha extendido tanto, ocho horas, que la jueza ha tenido que suspenderla para retomarla el 17 de diciembre. Quedan por formular sus cuestiones, una decena de letrados de las acusaciones y los dos de las defensas.

Suárez ha explicado que propuso enviarlo para la comarca de Utiel-Requena, donde las inundaciones ya habían causado estragos y donde la UME no podía acceder a rescatar a personas que estaban en los tejados de las viviendas.

Jorge Suárez, el funcionario de mayor rango en emergencias el día de la DANA, ha relatado una detallada cronología de lo que ocurrió esa tarde. Lo más llamativo es que pasadas las cinco y media, tres horas antes del envío, ya había un mensaje redactado, y además incluía la instrucción de subir a zonas altas. Pradas también demoró el envío del mensaje porque pidió consultar c la petición de incluir en un mensaje "permanezcan en sus casas"

Ese mensaje, que Suárez escribió a mano sobre esa hora, las cinco y media, pedía subir a zonas altas, pero no se envió porque los participantes en el CECOPI consideraron que suponía alertar a la población, según Suárez, que afirma que José Miguel Basset, el jefe de bomberos, temía una estampida, pero, en contra de lo que dijo Salomé Pradas, asegura que el resto de presentes no apoyaron la idea.

Se paralizó para hablar con los alcaldes

Al principio el mensaje se planteó para la comarca de Utiel-Requena, que ya estaba inundada y donde la UME no podía acceder, pese a que había decenas de personas atrapadas en tejados. A las seis y media se redactó uno nuevo, esta vez ya para los municipios afectados por la presa de Forata, pero, según Suárez, no se envió porque Pradas y Mompó, el presidente de la Diputación de València, dijeron que había que avisar antes a los alcaldes de los municipios afectados.

Según su versión, a partir de las siete de la tarde ya se plantea enviarlo a toda la provincia, después de que la delegada del Gobierno advirtiera de que había caído un puente en Picanya (aunque más tarde se confirmó que era el de Paiporta) y cuando ya sabían que los problemas eran generalizados. Jorge Suárez ha explicado que a las 19:45 Pradas le da el visto bueno, justo dos minutos después de hablar con Mazón por teléfono.

Dudas sobre el valenciano

El mensaje definitivo todavía se retrasaría un poco más para que fuera menos agresivo y para cambiar algunos aspectos en valenciano que, según Suárez, Vicent Mompó pidió modificar, como quitar el acento a “València”, cambiar “este” por “aquest” y “tipus” por “tipo”. Finalmente se envió tres horas después de empezar a plantearse, cuando ya era demasiado tarde.

En todo caso, insiste en que, por muchas opiniones que hubiera, la decisión, según el plan de inundaciones, le correspondía a Salomé Pradas.

Una versión, la de Jorge Suárez, que coincide con los vídeos que se han aportado a la causa y con lo que han dicho otros testigos, como las personas que enviaron el ES-Alert o el presidente de la CHJ.

Jorge Suárez afirma que nunca antes, en sus doce años en el cargo, se había parado un CECOPI para reflexionar, como ocurrió el día de la DANA entre las seis y las siete, y ha confirmado que, mientras se debatía el envío del ES-Alert, tampoco se tomó ninguna decisión en ese CECOPI. La siguiente sería a las ocho y media para pedir la UME en toda la provincia. A esa hora, según él, el jefe de bomberos les comunica que todo apunta a que había muertos.

Falta de información

La otra gran pregunta de esta declaración de Jorge Suárez es por qué la información de las miles de llamadas al 112 o del desbordamiento del barranco del Poyo no llegó al CECOPI. El subdirector de Emergencias ha confirmado que el presidente de la Confederación, Miguel Polo, no informó en esa reunión del desbordamiento, pero también ha dicho que no había nadie en el 112 mirando el SAIH, el sistema de medición automático de caudales, ni trasladaron los correos de alerta de la Confederación.

Tampoco se trasladó el contenido de las llamadas, aunque no ha explicado bien por qué. Y sobre los bomberos que debían vigilar los barrancos, asegura que el 112 los movilizó por la mañana y él no supo que se habían ido.

Sí que ha desvelado que Pilar Bernabé, la delegada del Gobierno, fue muy proactiva en todo momento y que no paraba de pedir a la dirección del plan que tomaran medidas. Ha explicado que hubo algún momento de tensión entre la delegada y la consellera Salomé Pradas: uno de ello fue por la presa de Forata, cuando Bernabé insistía en que había que "hacer algo", y otro fue cuando informó de la caída del puente de Picanya. En todo caso, asegura que Bernabé no habló del desbordamiento de barrancos, sino de municipios.

Pradas y Mompó reaccionan

Fuentes próximas a la defensa de la consellera Salomé Pradas han precisado este jueves varios puntos tras la declaración de Jorge Suárez, principal técnico de Emergencias el 29 de octubre de 2024, y aseguran que el debate sobre el confinamiento fue paralelo al del envío del ES-Alert.

También aseguran que la orden de avisar a los alcaldes afectados por Forata, solicitada por Pradas, se ejecutó mientras se redactaba el borrador, por lo que no influyó en su retraso, según ella. Además, matizan que pedir una corrección caligráfica no demoró el envío del mensaje.

Pradas sostiene que el primer borrador que conoció fue el presentado por Suárez poco antes de las 19:00 horas, el mismo que se leyó en el Cecopi, donde se indicaba "permanezcan en sus domicilios", sin referencia a subir a plantas altas, pese a que hay grabaciones de Jorge Suárez, a las cinco y diez de la tarde en las que se escucha claramente cómo propone mandar un mensaje a los móviles de la población.

Por otra parte, y según fuentes cercanas a Vicent Mompó, aseguran a la cadena SER que el debate sobre el valenciano no lo recuerda pero sí fuera así, hubiera durado "apenas diez segundos" y que sí se intentó hablar con alcaldes, pero eso no retrasó el proceso del envío de alertas.

El propio Mompó, en redes sociales, asegura que si alguien le pasa un texto donde pone 'aquest' y le pregunta, le diré que ponga 'este'. "Sin ninguna duda. Pero, en ese caso, se hubiese tardado cinco segundos más. Ese día lo que quería, escribía, es que se enviase la alerta de una puta vez y, a día de hoy, todavía no entiendo por qué se tardó tanto". Además, enfatiza que no pedirá perdón por haber estado donde tocaba y tratando de ayudar a quienes lo necesitaban.

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