Ontinyent vive uno de los fines de semana más especiales del año
La ciudad encara los actos más emotivos con visitas a residencias, danzas populares y la solemne procesión del día 8

Entrevista a Juan Antonio Tortosa, Antonio Ferrando e Isabel Mollà. Fiestas de la Purisíma Ontinyent
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Ontinyent ya está inmersa de lleno en sus Fiestas de la Purísima, en un fin de semana marcado por la emoción, la participación ciudadana y la tradición. Para conocer cómo se están viviendo estos días, pasaron por los micrófonos de Radio Ontinyent Juan Antonio Tortosa, presidente de la Associació de Festes de la Puríssima; Antonio Ferrando, párroco de Santa Maria; e Isabel Mollà, Camarera Mayor 2025.
Entre los actos más inmediatos destacan la visita de los Angelets a las residencias, las danzas populares y, sobre todo, la Solemne Procesión del 8 de diciembre, uno de los momentos más esperados por toda la ciudadanía.
“Entramos en la parte más seria y religiosa, pero igual de importante”
Juan Antonio Tortosa explicó que, tras los actos más lúdicos, llega ahora “el bloque más serio, más religioso, pero no por ello menos importante”. El presidente subrayó que la visita a las residencias y las danzas populares son actos “muy bonitos y especiales”, en los que también participan la Camarera Mayor y sus acompañantes.
Respecto a la organización general, Tortosa recordó que “lo más costoso es precisamente la preparación de todos los actos”, una tarea que requiere meses de trabajo. Aun así, destacó la implicación del Ayuntamiento y del personal municipal: “Están todos trabajando para que todo salga lo mejor posible”.
Ensayos, ilusión y unión entre camareras
Isabel Mollà reconoció que llevan semanas preparando las danzas: “Tenemos mucha ilusión, nos estamos divirtiendo muchísimo y estamos aprendiendo a bailar”. Además, destacó el ambiente que se genera entre las camareras:“Se crea una unión preciosa, todas colaboramos, nos apoyamos y compartimos esta devoción por la Purísima”. Mollà también recordó que esta hermandad se extiende a las camareras de años anteriores: “Revivimos ese amor a la Mare de Déu cada año”.
Un día 8 marcado por la devoción, la cultura y la tradición
El párroco de Santa Maria, Antonio Ferrando, subrayó que el día 8 de diciembre es “un día precioso y muy marcado en la vida de los ontinyentins”, donde se combina la dimensión religiosa con la cultural.Ferrando destacó la “gran riqueza espiritual” de la fiesta, con actos como la novena o el pregón, y la vertiente popular con tradiciones como la Festa del Bou.
“La devoción es todo el año, pero este día la ciudad se vuelca. Desde la misa de descubrir hasta la mayor, todo se llena. Es emocionante ver ese peregrinar de gente hacia la Vila desde primera hora”, afirmó.
Una procesión renovada y petición de paciencia a la ciudadanía
El presidente de la Associació de Festes explicó que este año se intentará que la procesión “sea un bloque continuo”, para evitar que parte del público crea que el acto ha terminado tras el paso de los bailes tradicionales.
Además, recordó que, después del paso del Ayuntamiento, la procesión continúa hasta las Carmelitas, donde se ha recuperado una tradición antigua:“Se instalarán ruedas de fuegos artificiales y bailará el Águila, que representa a Ontinyent”.
El acto concluirá con la tradicional lluvia de pétalos a la Mare de Déu al subir la Costera, antes de su entrada al templo.
Devoción, tradición y participación
Los tres invitados coincidieron en que las Fiestas de la Purísima son un símbolo de unión, donde parroquias, camareras, Junta de Fiestas y ciudadanía comparten devoción y cultura. “La Purísima es un sentimiento único que nos une a todos”, resumieron.




