Nuestra democracia tiene carencias, es imperfecta, a veces frustrante, pero podemos mejorar las cosas

Alicante

Los derechos humanos parece que siempre han estado ahí, pero la Declaración Universal que marcó un hito al defender que todos somos iguales y que tenemos unos derechos inalienables se apróbo en 1948.

Decia Nelson Mandela que "privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad". Y de alguna manera, haciendo un juego de palabras, al hacerlo también ponemos en tela de juicio a la humanidad a la que decimos pertenecer.

Hoy, una docena de institutos de Alicante llevan a cabo acciones para conmemorar este día y para recordar lo que supuso la dictadura franquista, ahora que se cumplen 50 años del inicio de la recuperación de nuestras libertades. Y es que, volviendo al expresidente sudafricano, también aseguró que "la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo".

Es cierto, nuestra democracia tiene carencias, es imperfecta, a veces frustrante —sin ir más lejos, ahí está la sentencia del Supremo—, pero podemos mejorar las cosas. Y los que sobretodo lo pueden hacer son los jovenes, a los que tenemos que escuchar mucho más. Pero escuchar de verdad, solucionarles los problemas y ayudarles a salir de sus frustraciones.