El cheque que la ultraderecha se sigue cobrando
Era una jugada del alcalde Barcala con una perspectiva de legislatura, no había que desairar a estos ediles, porque luego había que aprobar las cuentas de 2026

La Columna de Carlos Arcaya: «El cheque que la ultraderecha se sigue cobrando»
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Alicante
Durante el pasado mes de junio, para aprobar el plan de ajuste al que se vio obligado el Ayuntamiento por incumplir la regla de gasto del año pasado —se superó en 27 millones de euros el límite permitido—, el alcalde Barcala tenía dos ofertas sobre la mesa. Una, la de Vox, que exigía la destitución del concejal de Hacienda y una batería de propuestas con una importante carga ideológica. Otra, la del grupo socialista, que solo pedia se le retiraran las competencias a Toni Gallego, quien finalmente allanó el camino presentado su dimisión.
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Entonces, Barcala le firmó un cheque a la ultraderecha que se sigue cobrando. Era una jugada con una perspectiva de legislatura, no había que desairar a estos ediles, porque luego había que aprobar las cuentas de 2026. Las de 2027, año electoral —ya veremos—, son harina de otro costal. Y dicho y hecho. Lo que llama la atención es que ahora el alcalde aparente estar especialmente molesto con la oposición progresista.
Está claro que dos no bailan si uno no quiere y el primer edil ni ha intentando un acercamiento. Y prueba de que su única pareja es Robledillo son las continuas concesiones que se ha encargado de evidenciar durante estas últimas semanas. La última, la instalación de wifi gratis en la Plaza del Ayuntamiento.


Carlos Arcaya
Licenciado en Ciencias de la Información por la EHU-UPV. Redactor de Radio Alicante desde 1992, antes...




