El sector cerámico mantiene el tipo en 2025, pero mira con preocupación a 2026: “La UE es la mayor amenaza”

Valencia

La industria azulejera cierra otro año estable, con cifras muy similares a las de 2024. Las ventas nacionales crecen entre un 3% y un 5%, mientras que las exportaciones apenas se mueven, con una caída de hasta el 3%. La facturación se situa en 4.800 millones, y la producción ronda los 420 millones de metros cuadrados. Son los titulares que ha dejado, este jueves, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer). Alberto Echavarría, secretario general de la patronal, se asoma a la Ventana Comunitat Valenciana.

La amenaza europea

Y ha mostrado su preocupación por el impacto que podría tener la decisión de la Comisión Europea de reducir un 34% las asignaciones gratuitas de CO2, así como por un posible recorte de las retribuciones a la cogeneración por parte del Gobierno. Por ello, asegura que la mayor amenaza no viene, tanto, del contexto geopolítico, de la incertidumbre, como de la Unión Europea. "Sin duda alguna de la Unión Europea, de la regulación europea", señala el portavoz que añade, “estamos en un momento clave, pero el sector no dispone de alternativas tecnológicas ni competitivas que hagan factible una transición hacia un modelo energético distinto, libre de emisiones”, advierte.

Echavarría insiste en que “no existen ni hornos eléctricos comerciales ni hornos de hidrógeno comerciales”. Y añade: “No puedes ir a tu fabricante habitual y pedirle un horno eléctrico porque no los tienen en catálogo. No puedes pedir algo que no existe”.

Aunque reconoce que se han hecho avances, matiza que “estamos en una fase ultraincipiente”. Además, señala otro obstáculo: “No tenemos redes para producir ni distribuir hidrógeno, y en el caso eléctrico la saturación de las redes está tocando techos insospechados: superamos el 86 %”.

La situación es especialmente crítica en Castellón: “Si mañana hay una transición hacia la electrificación, el sector cerámico se come prácticamente toda la previsión de redes de España para 2030 y dejaríamos sin luz a toda la Comunidad Valenciana”, alerta.

Sobre la reciente decisión de Bruselas de congelar su plan ambiental para el sector del automóvil, Echavarría reconoce que “eso les da cierta esperanza para que haga lo propio con nuestro sector”, aunque admite que “el lobby del automóvil es muy potente: mueve millones de empleos y familias”. Y apunta a que debe reinar la flexibilidad. "Creo que la Unión Europea y la Comisión Europea lo que han hecho ha sido abrir una rendijita de flexibilidad, que es lo que todos estamos planteando: que no se sea tan categórico. Hay que tener en cuenta que los objetivos de la Unión Europea, de la Comisión Europea, en la mayoría de los casos se marcaron hace 20 años y no se quiere mover ni un centímetro de ese plan que hicieron hace 20 años".

La relación con las administraciones

En cuanto a la relación con las administraciones, el secretario general de Ascer afirma: “Sentimos el calor cuanto más cerca estamos de los ayuntamientos, la Diputación y el Gobierno valenciano. Pero conforme nos alejamos, sentimos más frío. En Bruselas, la Comisión Europea es un témpano de hielo”.

Y lo explica. "Cada vez que tenemos que lidiar con el Gobierno, las cosas son mucho más complejas, dependiendo también de ministerios. Mientras tuvimos a Rebeca Torró- fue secretaria de Estado en Industria antes de ser nombrada secretaria de Organización del PSOE- en el ministerio teníamos una entrada excelente: Rebeca nos conocía bien y teníamos muy buena afinidad. Ahora mismo, el Ministerio de Industria es un poco más difícil de acceder. Con todo, se han prestado siempre que lo hemos necesitado: el Ministerio de Industria ha estado ahí muy cerquita. Y el Ministerio de Economía y Comercio, que es otro de los problemas que tenemos, todos estos requisitos que nosotros enfrentamos relacionados con energía y medioambiente, nuestros competidores de fuera de la Unión Europea no compiten con esto. No tienen estos requisitos y sus productos se venden dentro de la Unión Europea. Todo esto lo controla la parte de comercio dentro del Ministerio de Economía, y ahí el equipo de Julio Poyo es estupendo. Pero más allá de eso, transición energética y el resto de áreas que nos afectan, trabajo… es más difícil".

Balance

El balance del año, según Echavarría, es claro: “Prácticamente nos vamos a quedar como estábamos. Después de dos años muy malos, esto es dejar de caer y estabilizar, lo cual es positivo. Pero estamos lejos de una recuperación plena”.

Actualmente, el sector produce un 20 % menos que en 2021: “Estamos lejos de los 600 millones de metros cuadrados que producíamos entonces. Aspiramos a volver a esos niveles más pronto o más tarde”, concluye.

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