Balonmano Servigroup Benidorm y Cisne empatan en un partido sin brillo

Benidorm

Tras tres victorias holgadas e, incluso, cómodas, el Balonmano Servigroup Benidorm volvió a jugar en el filo de la navaja en la última jornada de la primera vuelta de la competición liguera, disputada este sábado en el Palau d’Esports ante el Cisne. Un partido igualado, más por los errores de cada cual, que por los aciertos del rival y que en esta ocasión acabó con un justo empate a 26 tantos.

En una primera parte de intermitencias tanto por parte del Balonmano Servigroup Benidorm como del Cisne, los gallegos fueron los primeros en abrir un pequeño hueco en el marcador que, cuando la cosa se comenzó a poner peligrosa, obligó a los locales a terminar de despertar para evitar que el asunto se pudiera complicar en exceso a las primeras de cambio.

Unos buenos minutos, que llevaron a los de Marko Krivokapic a colocarse, incluso, momentáneamente por delante en el marcador que, como fue la tónica general en toda esa primera mitad, fueron continuados por una replica de los gallegos y que, sin que el partido acabara de romperse por ninguno de los dos bandos, llevó a los dos equipos al descanso con un igualado 12-15 en el luminoso.

Tras la reanudación, más de lo mismo. Los buenos momentos de cada equipo llegaban más por demérito del rival que por claros méritos propios, pero la entrada de ‘Samu’ Ibáñez en la portería benidormenses, de nuevo inspirado como casi siempre que se le encomienda la labor de ser el revulsivo desde el banquillo, insufló mucho aire a un Balonmano Servigroup Benidorm, eso sí, seguía estando bastante más espeso en ataque de lo habitual.

Pese a todo, y con un inmenso trabajo de ‘pico y pala’, los locales fueron acortando poco a poco, muy poco a poco, distancias hasta poner el 16-16 en el minuto 37 de juego y dándole, una vez más, un nuevo comienzo al choque.

Fue ya en el último cuarto de hora y cuando el equipo gallego comenzó a notar en las piernas y en los brazos la intensidad con la que habían plantado el partido desde su inicio, cuando el Balonmano Servigroup Benidorm, liderado por un gran ‘Juancar’ Sempere y espoleado por un Modi Abdoula de nuevo entonado, consiguió su primera ventaja clara (21-18) de todo el choque.

Con esa misma renta de tres goles (23-20) se entró en los diez minutos finales que, como siempre sucede en el balonmano (y más en esta categoría de plata) iban a acabar por decidir el ganador del choque.

El partido, que se había ido calentando a fuego lento a lo largo de la segunda mitad, comenzó entonces a descontrolarse y a convertirse, sobre todo, en un juego de control de nervios en el que el Cisne supo sacar mejor provecho para colocarse, en dos jugadas, a un gol de distancia obligando a Marko Kirvokapic a echar mano de un tiempo muerto fundamental.

A la fiesta se unió entonces el portero gallego, Roney Bengivenza, muy acertado en todo el choque, pero inspiradísimo en ese tramo final en el que el Balonmano Servigroup Benidorm pareció sentenciar el choque con un gol de Sempere en los 15 segundos finales que finalmente fue neutralizado en la última jugada por los gallegos para poner el empate en el marcador, un resultado con el que el Balonmano Servigroup Benidorm suma ya cuatro partidos consecutivos sin derrota.