Sociedad

Compras de última hora y tradición en el comercio local de Gandia

Tiendas históricas apuestan por el trato cercano, los recuerdos y la convivencia entre la venta física y online

Las luces de Navidad iluminan las calles de Gandia desde el pasado 29 de noviembre. / Alex Oltra

Gandia

Los escaparates iluminados, la gente apurando las compras de última hora, el sonido inconfundible del papel de regalo y el ir y venir constante por las calles del centro. Así se vive la Navidad en Gandia, donde el comercio local sigue siendo protagonista a pesar de los cambios en los hábitos de consumo y el peso creciente de las ventas por internet.

Algunos establecimientos históricos son un claro ejemplo de esa resistencia basada en la cercanía y la adaptación. Es el caso de "Cordonets", una tienda que lleva 27 años abierta y que ha sabido combinar la venta física con la online. Su responsable, Juan Miguel Perelló, explica que los días previos a Nochebuena, especialmente el 23 y el 24 de diciembre, siguen teniendo buena aceptación. “Antes la gente acudía en masa a las tiendas físicas, ahora alrededor del 50 % de las ventas se realizan por internet, pero nosotros nos hemos adaptado a las circunstancias”, señala.

Perelló defiende el valor añadido del comercio tradicional: “Aquí se atiende de forma más particular al cliente, se le aconseja y se le da una experiencia. Cuando entra un cliente, le preguntas por los hijos, por cómo le va la vida, por las fiestas… eso no lo tiene una compra online”. Para él, la relación personal sigue siendo una de las grandes fortalezas del pequeño comercio.

Otro ejemplo es L’Estalvi, con 31 años de trayectoria, donde la percepción del cambio es más crítica. Su propietario, José Antonio Gómez, recuerda que “antes la gente empezaba a comprar Navidad con más antelación”. Ahora, en cambio, muchas compras se dejan para el último momento y las ventas han bajado, en parte por la competencia de internet. Aun así, cada año se repite la escena: “Siempre hay alguien que incluso la tarde del 24 entra buscando un pijama o algo que se le ha olvidado”.

La tradición también se mantiene viva en el sector de la gastronomía. En el centro histórico de Gandia, la Pastisseria Tano vuelve a ser punto de referencia durante estas fechas. Aunque se trata de una nueva etapa del negocio, en apenas un año y medio su equipo ha comprobado que muchos clientes acuden no solo por los dulces, sino por el recuerdo. Pastissets, xocotanos y sabores de siempre evocan una Navidad que muchos gandienses asocian a su infancia. Como explica Victoria, trabajadora del establecimiento: “La gente viene a Tano por un recuerdo, y eso es lo bonito”.

Cordonets, L’Estalvi o Tano son solo algunos ejemplos de los muchos comercios que llenan de vida Gandia en Navidad: tiendas de ropa, zapaterías, pastelerías, perfumerías y pequeños negocios familiares que, año tras año, mantienen abiertas sus persianas. Entre tradición, trato cercano y nuevos canales de venta, el comercio local sigue luchando por hacerse un hueco en unas fechas clave para su supervivencia.