Bea Hernández: “Las Spice Girls son la banda sonora de mi infancia y esos vídeos en VHS están a buen recaudo”

Benidorm

Bea Hernández nos muestra su faceta más personal en La Música de tu Vida. La directora del Skyline Benidorm Film Festival ha estado en Hoy por Hoy Benidorm para compartir con los oyentes recuerdos, risas y una banda sonora tan variada como significativa.

El viaje ha comenzado con un auténtico himno noventero: Wannabe de las Spice Girls. Bea ha confesado que el grupo marcó profundamente su infancia y preadolescencia, hasta el punto de grabar coreografías en VHS con sus amigas para participar en un concurso que prometía entradas para un concierto. “Esos vídeos están guardados como un tesoro”, bromea, dejando claro que no verán la luz… al menos por ahora.

Si tuviera que elegir una Spice Girl, sin dudarlo, se declara “Geri total”, una elección que, asegura, volvería a hacer hoy por hoy. El pelo rojo, la personalidad fuerte y el espíritu empoderado de Geri Halliwell encajaban perfectamente con la Bea de entonces y, según ha contado entre risas, también con la de ahora. Eso sí, el sueño de ver a las Spice Girls en directo sigue pendiente, aunque no descarta retomarlo "si hay gira".

La entrevista ha dado un salto generacional con Airbag, uno de sus grupos fetiche desde hace casi dos décadas. Bea reconoce ser prácticamente una groupie, capaz de verlos varios días seguidos en distintas ciudades. Para ella, su música es sinónimo de verano, playa y buen rollo, y forma parte habitual de sus listas de reproducción… y también de su colección de vinilos.

También hemos descubierto que Bea es amante del vinilo y, como tal, defiende ese “ritual” de poner un disco, bajar la aguja y escuchar música sin prisas, muy diferente al consumo rápido de las plataformas digitales. “El vinilo te obliga a parar y escuchar”, explica, reivindicando una forma más consciente de disfrutar la música.

La adolescencia llegó de la mano del rap y de Violadores del Verso, una etapa que recuerda con cariño y cierta nostalgia. Pantalones anchos, bambas y alguna que otra pinta imposible definían aquella época, aunque la anécdota estrella fue protagonizada por su abuela, que le arregló con toda su buena intención unos pantalones rotos… destrozando, sin saberlo, un icono de moda adolescente.

El cierre ha sido más íntimo y emotivo, con una canción asociada a los viajes en coche con su padre camino del colegio, cantada a pleno pulmón y con algún taco de por medio. Un retrato cercano, divertido y sincero de Bea Hernández, que ha demostrado que detrás de la directora de un festival de cine hay recuerdos, música… y muchas historias que merecen ser contadas.