El Benigànim cierra 2025 con un cambio de rumbo tras un inicio marcado por la adversidad

Benigànim (La Vall d'Albaida)

El Benigànim CF despidió el año 2025 con un empate en casa ante el Carcaixent que dejó una sensación agridulce, aunque confirma la clara reacción del equipo en el tramo final de la temporada.

El conjunto dirigido por Kikín ha ido de menos a más en una campaña marcada por un inicio muy complicado, pero que termina con los rojiblancos fuera de los puestos de descenso en la Lliga Comunitat y con motivos para mirar el futuro con optimismo.

Un empate que se escapó al final

El encuentro ante el Carcaixent estuvo muy cerca de caer del lado local. El Benigànim llevó el peso del partido y tuvo el resultado controlado durante muchos minutos, pero un gol visitante en los instantes finales frustró una victoria que parecía segura. El propio Kikín reconocía tras el choque que el empate supo a poco: “La valoración es un poco agria, porque prácticamente teníamos los tres puntos en el bolsillo”.

El técnico explicó que su equipo tuvo opciones claras para sentenciar el partido antes, especialmente con la posibilidad de ampliar la ventaja al 2-0, pero la falta de acierto lo dejó todo abierto. “No supimos materializar esas ocasiones y, al final, en el minuto 87 u 88 nos empatan en el primer tiro a portería que hacen”, relataba. Una acción aislada, desde una posición escorada, que acabó costando dos puntos y dejó al equipo con la sensación de haber dejado escapar una oportunidad importante.

A pesar de ello, Kikín puso en valor el punto conseguido, sobre todo teniendo en cuenta el contexto. Subrayó que el Carcaixent es un rival directo y que, en la situación actual, sumar siempre es importante. “Tal y como estamos, si no puedes ganar, al menos no pierdas. Seguimos sumando y seguimos fuera del descenso”, señalaba el entrenador.

Un inicio de temporada marcado por las dificultades

La temporada del Benigànim comenzó de manera muy dura. El equipo no logró su primera victoria hasta la jornada 9, tras varias semanas sin conocer el triunfo y con resultados que golpearon anímicamente al grupo. El episodio más negativo llegó en la jornada 8, con una contundente derrota por 9-0 en Torrevieja que reflejó el mal momento que atravesaba el equipo.

Sin embargo, ese golpe marcó un punto de inflexión. A partir de la victoria frente al Thader en la jornada 9, la dinámica cambió por completo. El Benigànim empezó a competir mejor, a ganar confianza y a sumar puntos con regularidad. En lo que llevamos de año, el equipo ha conseguido cuatro victorias, lo que le ha permitido salir de la zona de descenso y cerrar el año con una situación mucho más estable en la clasificación.

Kikín destacó el crecimiento del equipo en las últimas semanas, incluso en condiciones muy adversas. “En los últimos seis o siete partidos el equipo ha competido muy bien”, explicaba, recordando que en varios encuentros ha tenido que alinear jugadores juveniles debido a la falta de efectivos del primer equipo. En el último partido, de hecho, el once inicial contó con tres juveniles y solo dos futbolistas del primer equipo en el banquillo.

Enero, un punto de inflexión para el Benigànim

Uno de los grandes condicionantes de esta primera vuelta ha sido la acumulación de lesiones y sanciones. El entrenador reconoció que esta temporada se ha concentrado todo lo que no había ocurrido en los últimos años. Lesiones musculares, problemas físicos de larga duración e incluso casos médicos graves han dejado al equipo muy limitado. “Se ha juntado todo: lesiones, sanciones y mala suerte. Hemos tenido jugadores fuera dos meses y eso se nota muchísimo”, explicaba.

Esta situación ha afectado también al trabajo semanal, ya que la falta de jugadores ha impedido preparar los partidos con normalidad. Kikín admitía que entrenar con grupos reducidos dificulta la competitividad y la correcta planificación. Aun así, valoró el esfuerzo del grupo y la capacidad de resistencia mostrada en los momentos más complicados.

La llegada del mes de enero se presenta como clave para el futuro del equipo. El técnico confía en recuperar entre seis y siete jugadores, lo que supondrá un cambio radical en la plantilla. “De cara a enero será prácticamente como tener un equipo nuevo”, afirmaba, convencido de que con todos los efectivos disponibles el Benigànim podrá afrontar la segunda vuelta con mayores garantías y elevar su nivel competitivo.

Pese a todo lo vivido, Kikín se queda con el aprendizaje que deja esta primera parte de la temporada, tanto a nivel colectivo como personal. Considera que las dificultades también ayudan a crecer y a sacar lo mejor de cada uno en los momentos más complicados. El Benigànim cierra así el 2025 con un empate, pero también con la sensación de haber tocado fondo y haber iniciado una recuperación que invita al optimismo de cara al nuevo año.