Reclaman soluciones ante el abandono de los Docks del puerto de València

València

El Círculo por la Protección del Patrimonio Histórico de Valencia, que sigue el estado de los Docks del puerto de València asegura que, más de tres años después de pedir al Ayuntamiento que reforzara la protección del edificio, y que pasara a ser un bien de relevancia local, no ha recibido información sobre el avance del expediente. La entidad recuerda que solicitó que el inmueble pasara a tener un nivel de protección superior para evitar transformaciones que alteraran su estructura y que fuera declarado como un bien de relevancia local. Sin embargo, se desconoce si se han elaborado los informes técnicos o la ficha de catalogación, mientras el edificio continúa abandonado, deteriorado y aún incluido en la lista roja del patrimonio de Hispania Nostra.

El presidente del Círculo por la Protección del Patrimonio Histórico de Valencia, César Guardeño, subraya el valor patrimonial del inmueble, construido en 1918 con hormigón armado; siendo así el primero que usó esta técnica que sigue en pie. Destaca su vinculación con la actividad industrial del puerto y con la figura del famoso arquitecto, Demetrio Ribes. Pero el elemento que considera más singular es la presencia de más de un centenar de impactos de metralla en las fachadas, procedentes de los bombardeos de la aviación italiana durante la Guerra Civil. Tal y como afirma Guardeño, no existe en la ciudad otro edificio histórico que conserve un volumen similar de huellas de aquel periodo, ni siquiera en el centro urbano.

Lo que más preocupa al círculo es que estos vestigios queden protegidos de manera expresa cuando llegue la rehabilitación. Advierte de que, en otras intervenciones patrimoniales, marcas de guerra similares han desaparecido por desconocimiento técnico o por no figurar como elementos a preservar. César Guardeño asegura haber remitido al Ayuntamiento un registro fotográfico con la ubicación detallada de los impactos y reclama que se incorpore correctamente a la documentación urbanística para evitar pérdidas irreversibles.

Mientras tanto, el Ayuntamiento estudia alternativas para el futuro del edificio tras descartarse el proyecto de centro de datos, cuya adjudicación anulada obligó a compensar económicamente a la empresa que lo había ganado. Existen inversores interesados en usos culturales, universitarios o en un complejo de actividades mixtas, pero cualquier iniciativa deberá justificarse como servicio público por tratarse de un inmueble cedido por la Autoridad Portuaria. El Círculo por la Protección del Patrimonio Histórico de Valenciainsiste en que, antes de decidir el destino final, es imprescindible asegurar la protección integral de los valores históricos y de memoria que conserva el edificio.

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