El capitán que forjó una nueva leyenda a su paso por el Alcoyano

Alcoy

Si alguien en la historia moderna del CD Alcoyano personifica la capacidad de levantarse ante la adversidad, ese es Fernando Martín. Es el capitán que forjó una nueva leyenda a su paso por el club de la moral al transformar un momento fatídico en el motor para alcanzar el éxito.

En la temporada 2008/09, el Alcoyano de Bordalás se proclamó campeón de liga y se citó con el Cartagena en un play-off de infarto. En la ida, Fernando mantuvo viva la llama con un gol de falta directa (2-1). Sin embargo, la vuelta en el Collao guardaba un guion cruel. Con el marcador 2-1 y el rival físicamente agotado antes de la prórroga, un infortunado resbalón de Martín permitió una contra definitiva del Cartagena. Aquella jugada quedó grabada en la memoria de la audiencia de Radio Alcoy, convertida incluso en un hito radiofónico con el desgarrador "Fernando, ¡por Dios!" que resonó en las ondas. El 2-2 final desvaneció el sueño y marcó, posiblemente, el momento más duro de su carrera.

Lejos de rendirse o marchar, Fernando Martín decidió quedarse en Alcoy con la intención de ascender al equipo. Tras varios intentos, la recompensa llegó en la 2011/12. Con Paco López y David Porras al mando, el Alcoyano completó un play-off épico eliminando al Castilla de Morata, al Eibar y al Lugo.

Fernando disipó todas las dudas sobre su persona de aquel resbalón en la jugada del Cartagena y no solo eso, se convirtió en uno de los jugadores más valorados de la plantilla y en uno de los capitanes más queridos por la grada.

Por su carácter y lectura de juego, todos veían en él a un futuro gran entrenador, una faceta que ahora queda en suspenso. Mientras las labores de rescate continúan en Indonesia, el recuerdo de su entrega sigue vivo. En Alcoy, el "milagro" que Fernando obró en el césped es la esperanza a la que hoy se aferran sus familiares y amigos.

En SER Deportivos Alcoy recordamos sus goles más celebrados como aquel momento de infortunio en la memoria de la afición, y que forjaron el carácter de un jugador ejemplo de la moral del Alcoyano.

Su nombre se viene a sumar a otros jugadores míticos que han dejado su huella en la historia de un club que está cerca de cumplir los cien años como Pérez Payá, Cata, Cano, Cerdá, Quisco, Bolinches, Catalá, Miguel, Cuenca, Montes, Barrios, Gandía, Castillo, Carrión, Eduardo, Víctor o Diego Jiménez, por citar solo algunos.