Lissavetzky recogerá los muebles viejos y limpiará las hojas

Los socialistas madrileños creen que Madrid es una ciudad sucia porque Gallardón no paga a tiempo a las empresas de limpieza. Consideran la tasa de basura discriminatoria, abusiva, no progresiva e innecesaria. Además, quieren acabar con la que considera "deslealtad institucional" entre ayuntamiento y gobierno regional.

Jaime Lissavetzky asegura que es posible eliminar la tasa de basura sin que las arcas municipales se resientan. Frente a los 147 millones de euros que ahora el consistorio recauda cada año con la tasa; el candidato ofrece una suma de ingresos y recorte de gastos que paliaran la supresión de una tasa impopular (se han registrado ya cerca de 136.000 reclamaciones).

En sus cuentas destaca la reinstauración de la tasa de basura para las superficies de más de 500 metros cuadrados así como la reducción de los gastos en personal de confianza, alquiler de edificios, publicidad, estudios y trabajos técnicos y seguridad privada.

Entre sus ideas para hacer más limpia la ciudad de Madrid, un mayor número de contenedores de reciclaje así como la recogida de muebles y la limpieza de las hojas de los árboles.

Lissavetzky afirma también que no va a subir el IBI más allá de lo que la revisión catastral decida con cada immueble.