La jueza Alaya custodia ya las actas de los Consejos de Gobierno andaluz
Permanecerán cerradas hasta que el Supremo falle sobre su carácter reservado
La Junta ha entregado las 480 actas de los consejos de gobierno de la última década en sobres lacrados que permanecerán bajo custodia judicial hasta se resuelva el conflicto de competencias.
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Las actas de los Consejos de Gobierno de la Junta de Andalucía que ha pedido la jueza del número 6 de Sevilla, que investiga los ERE irregulares, han sido entregadas este jueves a la magistrada, en presencia del decano de los jueces y del comandante de la Guardia Civil encargado de la seguridad de los juzgados sevillanos. Un representante de la Junta ha entregado las actas a las 14:30 en el edificio del Juzgado de Guardia, donde ha esquivado a los numerosos fotógrafos de prensa y cámaras de televisión que esperaban a la puerta.
Las actas han quedado depositadas en un armario acorazado con vigilancia personal y de cámaras permanente, en un acto al que han asistido la juez instructora, Mercedes Alaya; el juez decano de Sevilla, Federico Jiménez Ballester, y el comandante de la Guardia Civil encargado de la vigilancia de los edificios judiciales sevillanos. Jiménez Ballester ha informado de que las 480 actas se guardarán en un lugar "absolutamente seguro, con custodia permanente de medios materiales y personales", aunque no ha precisado más datos por los mismos motivos de seguridad.
COMENTARIO EN LA VENTANA ANDALUCIA
La custodia judicial de las actas de los consejos de gobierno de la Junta de Andalucía se parece más al argumento de una película de Hollywood sobre un gran robo de una obra de arte o un banco que a la protección de unos documentos oficiales. Que si armario acorazado, que si vigilancia de 24 horas, que si agentes de la Guardia Civil en el juzgado de guardia, que si cámaras de seguridad, y que si policía científica fotografíando los sobres. ¡Vamos: custodia en toda regla!, hasta que el Supremo falle el conflicto de competencias y decida si es material reservado como estima la Junta o no, como piensa la jueza que al menos evitará, como ella teme, el hipotético caso de que las actas sufren alteraciones o manipulaciones. Esto es, que se cometa un delito, espeta la jueza en un gesto inédito en una instrucción judicial.
