Lissavetzky promete reformar el mercado de La Cebada

Los socialistas se comprometen en su programa electoral a impulsar un plan urbanístico enfocado hacia el pequeño comercio y un plan de rehabilitación y modernización de los mercados municipales.

Es parte de la apuesta de Jaime Lissavetzky por el comercio en la capital. Frente a una política de grandes superficies, que según la oposición ha acabado con casi la mitad de pequeños comercios de los barrios, los socialistas se comprometen en su programa electoral a impulsar medidas para recuperar el comercio tradicional, como un plan urbanístico enfocado hacia el pequeño comercio, además de un plan de rehabilitación y modernización de los mercados municipales.

Ejemplo paradigmático de esta situación es el mercado de la cebada, visitado este sábado por Lissavetzky. Allí ha podido comprobar el estado del centenar de puestos activos, pero también de los clausurados. Según Jorge Asenjo, gerente del Mercado, "entre el 30 y el 40 por ciento de los puestos han cerrado".

Asegura que sobreviven con mucho esfuerzo, sobre todo tras la ordenanza municipal que les obliga a mantener sus negocios con un "aspecto óptimo". "Pero sin la ayuda del Ayuntamiento, estamos luchando a diario por la supervivencia", señala Asenjo. Ahora están iniciando negociaciones para intentar que todos los comercios abiertos se agrupen en una misma zona para mejorar la imagen del mercado.

"Que baje de su torre de marfil"

Por su parte el candidato Jaime Lissavetzky ha sacado a relucir la deuda de la capital, y ha comparado las inversiones en el Palacio de Cibeles, 500 millones de euros, con el abandono de zonas tan emblemáticas como este Mercado de la Cebada. Lissavetzky pide al alcalde Gallardón que no abuse tanto de las postales bonitas de Madrid y se dé un paseo por los barrios: "que se dé un paseíto por aquí, que baje de la torre de marfil en la que vive".

Lissavetzky ha asegurado que si es elegido alcalde acometerá las reformas del Mercado de la Cebada y la construcción de un polideportivo con piscina cubierta. Una promesa que ya hizo el alcalde Gallardón en su anterior campaña electoral, pero de la que nada más se supo. Para acometer esas reformas, Lissavetzky no ha descartado la colaboración público-privada en la inversión.