La procesión atea se convierte en manifestación
La Delegación del Gobierno ha pedido un informe a la Abogacía del Estado sobre la marcha laica, rebautizada de esta forma por los convocantes. Mientras, el Ayuntamiento de Madrid ha emitido un informe desfavorable a su celebración.
La delegada del Gobierno en Madrid, María Dolores Carrión, ha asegurado que los convocantes de la procesión enviaron el sábado un nuevo escrito "recalificando el acto", puesto que a la marcha ya no la llaman procesión, sino "manifestación".
No obstante, ese nuevo documento llegó sin firma, por lo que los convocantes deben reformarlo. Una vez que lo hagan, la Delegación contará con un plazo para prohibir o no dicha manifestación atea. María Dolores Carrión ha confirmado que ha pedido un informe a la Abogacía del Estado para que valore si esta marcha atenta o no contra los valores constitucionales.
Poco antes de su participación en la Asamblea General Extraordinaria de la Federación de Empresarios de Madrid (Fedecam), Carrión ha añadido que tendrá en cuenta dicho informe antes de autorizar o no dicha iniciativa "para mayor seguridad de que se van a respetar todos los derechos implicados". Si finalmente deciden que no se celebre, lo que se debe hacer de forma motivada, los organizadores podrán recurrir esa decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
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Por otra parte, Carrión también ha aludido al informe del Ayuntamiento, enviado a la Delegación el 9 de abril, asegurando que también lo tendrá en cuenta a la hora de resolver el asunto. "He tenido la oportunidad en el Día Internacional de los Gitanos de charlar del tema unos minutos con el alcalde de Madrid y no hay ningún problema. Nos vamos a poner de acuerdo seguro y se va a resolver todo como debe ser en un Estado de Derecho", ha indicado.
El Ayuntamiento, en contra
Horas antes el vicealcalde de Madrid aseguraba que el Ayuntamiento no va a permitir, en ningún caso, un acto público que suponga una burla a una confesión religiosa, sea la que sea. Cobo ha insistido en que hay un argumento de seguridad que aconseja no permitir esa convocatoria porque ese mismo jueves hay varias procesiones católicas convocadas en Madrid.
El Ayuntamiento cree que es una manifestación que queda fuera del espíritu de tolerancia y que, además, puede ocasionar problemas de orden público "por la concentración multitudinaria de miles de personas que acuden el Jueves Santo a las procesiones, la coincidencia con otros actos y la características del lugar solicitado".
Entre los convocantes se encuentra La Playa de Lavapiés y la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores. Esta agrupación es responsable de la campaña publicitaria que colocó anuncios en los autobuses municipales en los que se podía leer: "Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta la vida". Estos organizadores siempre han mantenido que la procesión atea es "un acto festivo para celebrar la primavera y también manifestar nuestra opinión sobre las creencias religiosas, es decir, ninguna opinión».
La procesión pretender salir a las 7 y media da la tarde de la plaza de Tirso de Molina. Según sus convocantes no sólo no coincidirá en el trayecto con las programadas en Madrid por la Iglesia Católica sino que, incluso, no interferirá con los recorridos de la EMT.
Manifestaciones públicas de organizaciones de ateos radicales, que no comparten los organizadores, han provocado el enfado de movimientos ultracatólicos que han comenzado una campaña de recogida de firmas para impedir esta procesión. Aseguran que "varios grupos extremistas han convocado una acción hiriente contra el sentimiento más íntimo de los cristianos: la Pasión".
