Tomás Gómez y la "gente común"

Con tono épico -¡podemos, podemos podemos!, les viene a decir a unos más que arrobados correligionarios- y apelando a los sentimientos de la calle, Tomás Gómez alardea de encabezar un proyecto para aquellos que utilizan el metrobus; para aquellos que saben qué escaleras mecánicas están averiada: en definitiva, para aquellos que son los que hacen funcionar Madrid.

Además, presume de conocer sus sentimientos y estar preocupado por la prosperidad y la justicia social. Y todo por ello, se presenta como El Presidente de la gente común.

Esa es la idea tras el cartel electoral (formado por las fotografías de todos los candidatos socialistas). El video electoral, que se podrá ver ya a partir del viernes, mostrará en salón barroco que con el voto (un hombre corre para depositarlo) se puede paralizar la subasta de los servicios publicos que organiza (ausente imagen) Esperanza Aguirre. Ella conoce los números, no lo que sienten los madrileños. Al menos, eso es lo que dice convencido Tomás Gómez.

Cosas del marketing político donde los mensajes muestran un mundo casi idílico. Harina de otro costal es el día a día, el lodo de la campaña, el cuerpo a cuerpo. Y ahí, Tomás Gómez se ha empleado a fondo también hoy (¿cuándo no?). No parece preocupado porque tener que responder ante los tribunales por su acusación sobre el copago sanitario que (insiste) los populares quieren imponer.

Y para añadir leña al fuego, reta a Aguirre a cumplir lo que ella mismo prometió de manera pública: que acepte debatir con él en televisión.