El agua del pantano de Oiola es apta para el consumo

Se han fijado un protocolo de vigilancia con el fin de detectar eventuales aumentos en el índice de los plaguicidas con el fin de "minimizar al máximo el posible riesgo de exposición" de la población

Fue en julio de 2008 cuando se detectaron niveles "ligeramente por encima" de los permitidos según los parámetros de un plaguicida, el HCH (hexaclorociclohexano) del tipo del lindano. Tras las correspondientes investigaciones se determinó que el pesticida procedía del embalse de Oiola, por lo que se procedió a su cierre inmediato.

Tras dos años de cierre, el departamento de Sanidad del Gobierno vasco ha autorizado el consumo del agua procedente del embalse Oiola de Barakaldo. Según han explicado en una nota el agua de la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Basatxu, que recoge el agua de este pantano, "cumple con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y los estándares de calidad establecidos en las normativa europea y estatal". Además, se ha establecido un protocolo de vigilancia para detectar nuevos focos contaminantes. De hecho, el pantano volvería a cerrarse si la concentración de sustancias contaminantes superase los 25 nanogramos por litro (ng/l), a pesar de que el valor admitido de plaguicidas individuales es de 100 ng/l, según el Real Decreto 140/2003, ya que se quiere "minimizar al máximo el posible riesgo de exposición" de la población.