Y ahora el sueldo de los diputados

Regresa la actividad a la Asamblea, donde tres de los cuatro grupos con representación, PSOE, IU y UPyD, han presentado ya sus credenciales - el PP tiene hasta el día 7 para hacerlo -. Con este trámite se ha estrenado en el parlamento madrileño UPyD, sus ocho diputados que no han sido recibidos, precisamente, con los brazos abiertos.

De medida "de titular" han tachado su intención de renuncial al coche oficial que tiene a su disposición el portavoz del grupo en la Asamblea. David Pérez, del PP, el más tibio en sus críticas, ha asegurado que "la austeridad llegó a la Asamblea mucho antes que UPyD" y no ha querido aclarar si se acogerán o no a la propuesta porque, en su opinión, "hay muchas otras que ya se han tomado y que a lo mejor no son tan mediáticas y sin embargo son mucho más efectivas". Por su parte, Juan Barranco, del PSOE, acompañado de Maru Menéndez (que ha acusado a UPyD de ser la "marca rosa" del Partido Popular) ha ironizado, asegurando que le parece chocante la propuesta cuando él conoció a Rosa Díez utilizando coche oficial. Gregorio Gordo ha sido el más duro y directo en sus críticas, para el coordinador regional de Izquierda Unida "una cosa es apoyar políticas de austeridad y otra es que uno quiera hacer un titular porque no tiene nada más que decir".

Luis de Velasco, de UPyD, ha insistido en que esa renuncia es coherente con las políticas de su partido, con las ideas de UPyD y con las suyas propias. Además, ha adelantado otra de las propuestas que piensan formalizar a partir de la próxima semana: reducir el sueldo de los diputados un 10 por ciento.

En el capítulo de pactos no ha habido grandes novedades. Los populares reclaman el gobierno en todos los municipios en los que han ganado votos, "ahora que tantos piden Democracia Real", ha dicho Pérez; el PSOE acusa a UPyD de eludir responsabilidades en los municipios, Izquierda Unida insiste en exigir el fin de los recortes, y Gordo añade que "cuando dependa de nosostros, el PP no gobernará en ningún municipio". Por su parte, Luis de Velasco no se ha movido un solo milímetro de la línea oficial de su partido, que sigue poniendo condiciones como la reforma de la ley electoral o la devolución de las competencias en educación al Estado para formar gobierno en diferentes municipios madrileños.