Los vecinos evitan dos derribos en la Cañada Real

Los abogados de la Cañada aseguran que los derribos eran ilegales porque no se habían notificado y porque debería mediar negociación con los vecinos en virtud de la nueva Ley de la Cañada

A primera hora de la mañana, en la parcela 65 del sector 6 de Valdemingómez, se han personado una veintena de efectivos policiales municipales para ejecutar el derribo. El recibimiento ha sido claro: más de un centenar de vecinos, además de voluntarios de la Cañada y miembros del movimiento 15-M, se encontraban atrincherados en la vivienda con gritos como "Cañada unida jamás sera vencida".

Ya habían derribado dos parcelas anteriores, la 10 y la 18, sin encontrar resistencia previa. Sin embargo cuando han llegado a esa parcela 65 se les ha impedido entrar. En pocos minutos se ha establecido un cordón policial, y dentro de la vivienda han comenzado las discusiones entre el funcionario de urbanismo y uno de los abogados de la Cañada, Javier Rubio.

Derribo ilegal

Los argumentos giraban en torno a dos puntos. El primero, que el derribo era ilegal porque no se ha notificado y no existe orden precisa. El funcionario rebatía que existe una orden judicial contra una infraestructura, pero el abogado insistía en que sólo para un domicilio, el bajo, y que por tanto no se podía llevar a cabo sin derribar también el piso superior, para el que no había orden.

Además Rubio ha explicado que según la Ley de la Cañada, una ley publicada en el BOCAM el 15 de marzo pasado, el ayuntamiento de la capital debería negociar una salida social, un realojo, para estas personas, antes de notificar y efectuar el derribo. Por tanto, sin ese intento con las asociaciones de vecinos, no se podría intervenir. Algo que según los abogados conoce el ayuntamiento pero que no quiere atender.

La policía se retira

Raquel, una de las inquilinas, que vive junto a su marido Mohammed y casi una decena de niños, estaba emocionada por el apoyo recibido. "Nos querían echar sin una simple nota. No nos ha dado tiempo a sacar nada ni a pensar dónde íbamos con los niños", relataba entre aplausos en el interior de su casa, después de que los efectivos policiales decidieran abandonar el lugar y no intervenir. Sin embargo, en su acta el funcionario no señalaba la ilegalidad, sino la imposibilidad de acción policial debido a la escasez de efectivos.

Tampoco han querido efectuar el derribo en otra de las viviendas, en la parcela 51, donde los casi dos centenares de vecinos se han reunido para celebrar la victoria. Sin embargo les han recomendado que sigan alerta y establezcan una red telefónica para avisarse mutuamente si regresan los policías. Mañana se han vuelto a citar, a las siete de la mañana en el metro de Rivas Vaciamadrid, porque hay un nuevo derribo programado, esta vez en el sector tres.