Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao: "Hay veces que no hay más remedio que aplicar el rodillo"

Entre las prioridades en agenda destaca la apertura de la mezquita en la calle Pablo Alzola. Azkuna anuncia que empleará todos los argumentos legales en su mano para impedirlo porque "tres mezquitas son suficientes"

Lo ha repetido hasta la saciedad y no se cansará de hacerlo. La austeridad va a dominar los ámbitos de gestión en el Ayuntamiento de Bilbao los próximos cuatro años. En el horizonte quedan "dos o tres años muy malos", insiste Iñaki Azkuna, y "las circunstancias mandan". Al coger la makila una de las primeras decisiones fue adelgazar la estructura de gobierno, reduciendo las concejalías a cinco y uniendo direcciones. Un organigrama en el que Andoni Aldekoa es su "gran coordinador", su mano derecha, no su sucesor. De eso no quiere oir hablar, "si me hacen un sucesor al principio del mandato me hacen un descosido, cuando entre en el ayuntamiento me van a sacar la lengua", bromea. Sobre las relaciones con el resto de grupos, pese a la comodidad que otorga la mayoría absoluta el PNV, Azkuna dialogará con todos,"sin excepciones". Reconoce que habrá diferentes visiones pero no permitirá el no por sistema porque "tiene que haber orden, tiene que haber autoridad, la ciudad tiene que marchar", "si uno-prosigue en referencia a Bildu- dice a todo que no, nosotros diremos que sí".

Rechazo frontal a la mezquita de Basurto

En lo que respecta a temas concretos de agenda, uno de los primeros aspectos que debe afrontar Azkuna tras el 22M es el de la apertura de la mezquita de la calle Pablo Alzola. "Hay suficientes" centros de culto en Bilbao, por tanto, la postura del gobierno local es clara,"voy a hacer todo lo posible para buscar los argumentos precisos y no darles la licencia", anuncia el primer edil. Pero no lo hará a cualquier precio. Se están explorando los argumentos recogidos en el decreto de urbanismo que regula la apertura de esos centros y la decisión se tomará dentro de la ley, "no voy a hacer ninguna cacicada". La proyección internacional de Bilbao continuará con dos referencias, Milán y la Expo 2015 y Barcelona con quien se buscará "una relación de negocio privilegiada".