La peueña granja estaba formada por varias casetas construidas principalmente por madera por lo que el fuego se extendió rápidamente provocando la muerte de 80 conejos, 40 gallinas, dos corderos y dos perros. Los propietarios habían aprovechado la celebración de San Juan para quemar unos rastrojos que no quedaron bien apagados. La ertzaintza recibió el aviso en torno a las dos de la madrugada y para cuando llegaron los agentes el fuego había calcinado ya las pequeñas instalaciones acabando con la vida de los animales. El fuego había arrasado todas las instalaciones de esta pequeña granja familiar situada en el barrio de Oreña, en la zona de Aranguren, una granja formada por casetas construidas principalmente con madera donde estos vecinos de Zalla aprovechaban para guardar algo más de un centenar de animales. En concreto 80 conejos, 40 gallinas, dos corderos y tres perros, de todos ellos sólo una perra ha sobrevivido al fuego. Los propios dueños del lugar admiten haber sido los causantes del accidente al haber quemado unos rastrojos que no quedaron bien apagados. De hecho, según declaraciones de la Policía Municipal de Zalla, los dueños admiten haber aprovechado la celebración de la Noche de San Juan para quemar unos rastrojos de los que todavía quedaban brasas encendidas cuando abandonaron el lugar. Todo apunta a que la mala suerte hizo que una de estas brasas incendiase la pequeña granja provocando la desgracia.