Andalucía sacará a concurso público los fármacos más usados para ahorrar

Tres medicamentos de los más utilizados por los ciudadanos -protectores gástricos (como el Omeoprazol), medicamentos contra el colesterol y anticoagulantes-, se subastarán para que opten a ellos empresas y laboratorios para su comercialización, de cara a permitir un ahorro que revertirá en mejoras en el Sistema Sanitario. El decreto se tramita por la vía de urgencia, y no cuenta con el respaldo del Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos, tras diez meses de negociaciones.

El objetivo de la Consejería es garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario a través del ahorro en el gasto farmacéutico, que actualmente ronda los 2 mil millones de euros anuales. Entre otras medidas, el decreto contempla la prescripción por principio activo, que ya se aplica en el 85% de las recetas en Andalucía. Una vez que se apruebe, se van a sacar a concurso público determinados medicamentos, en principio, de los 3 más utilizados: protectores gástricos, como el Omeoprazol, medicamentos para el colesterol, y anticoagulantes. Se estima un ahorro en principio de 40 a 200 millones de euro al año, según las estimaciones de la memoria económica del decreto. La Consejera de Salud, María Jesús Montero, insiste en que la medida lo que pretende es lograr un ahorro que luego va a revertir en mejoras en el Sistema Sanitario.

Los farmacéuticos, que no aprueban la medida, podrían plantear incluso un recurso en contra, una vez que conozcan al completo el decreto. Manuel Arenas, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos, insiste en los problemas económicos en los que se encuentran en estos momentos en las oficinas de farmacia. No obstante, hoy han firmado con el SAS un acuerdo que establece el marco general de las relaciones entre ambos, y como novedad, contempla descuentos en la facturación de productos para la incontinencia urinaria.

El decreto de Medidas de Farmacia también contempla que los ciudadanos recibirán una factura informativa con el coste que asume el sistema público sanitario del medicamento, tal y como ya se hace en los hospitales con la "factura en la sombra".