La gran mentira de Queipo de Llano
Se cumplen 75 años del golpe de Estado que dio paso a la Guerra Civil. Los militares entraron en Sevilla a las 15:00 horas del 18 de julio de 1936. El comandante Cuesta Monereo puso al frente de las tropas sublevadas a Queipo de Llano, un traidor a la monarquía y desde ese momento, también a la República.

(El País)

El general Queipo de Llano fue ariete necesario para los militares sublevados. Pieza clave para la entrada en Sevilla en la tarde de aquel 18 de julio. Pero no artífice de la toma, como en sus delirios de grandeza él hubiese querido pasar a la historia. Primero monárquico convencido, después republicano ejemplar, traicionó también este régimen en sus ansias de poder
La conspiración estaba a punto de cuajar. Un grupo de militares sublevados habían diseñado un golpe de Estado que iba a comenzar por Sevilla. El comandante Cuesta Monereo, una persona muy influyente en la sociedad sevillana, amigo de la burguesía y de la Iglesia, había ideado la entrada en la capital. Y al mando de las tropas sublevadas pondría al general Queipo de Llano. Un ególatra que en sus delirios de grandeza había pasado de ser monárquico a ferviente defensor de la República. Pero tampoco con ésta había satisfecho sus ansias de poder. Así que aceptó la propuesta.
El historiador y catedrático sevillano, Juan Ortíz Villalba, cuenta que ese perfil de republicano redomado de Queipo fue muy útil para los golpistas. De hecho, cuando a las 15:00 horas de aquel 18 de julio, Queipo de Llano y su tropa avanzaron por la Campana hasta la Plaza Nueva, hasta los oficiales republicanos creyeron que eran fieles al Gobierno y estaban, a las órdenes de Madrid, declarando el estado de guerra.
El gobernador civil tuvo que intervenir para convencer a las tropas de asalto de las verdaderas intenciones de Queipo y los demás militares, que tras una enfuerecida batalla en Plaza Nueva, empezaron a darle la vueta a la batalla a favor de los sublevados. Tablada se niega a bombardear con aviones a los golpìstas. En los días posteriores llegan refuerzos para el bando sublevado, que va entrando barrio a barrio.
Por delante quedan tres años de guerra y cuarenta más de represión.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Juan Ortíz Villalba: "Queipo era un furibundo traidor"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Juan Ortíz Villalba: "Queipo no tiene la cabeza fría para nada"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Queipo de Llano en Radio Sevilla




