Bebés a bordo

Se trata de un Código de Buenas Prácticas y es el resultado de un exhaustivo estudio que se ha realizado con 153 carritos de niños de 26 fabricantes distintos. Los ensayos han supuesto más de 5.000 horas de evaluación en dos autobuses urbanos. Sus conclusiones van dirigidas tanto a las empresas de transporte público como a los fabricantes de carritos y usuarios.

La cuestión principal que se plantea es cómo actuar si queremos viajar con un bebé en un autobús municipal. Pues el primer paso a dar, según éste estudio, es comprobar si hay en el autobús zona habilitada para plegar el carrito y asientos reservados para personas con movilidad reducida donde pueda ir la madre con su bebé en brazos. En caso afirmativo se utiliza esa plaza y así se garantiza que puedan viajar más bebés en ese autobús o personas con sillas de ruedas. Si no se cuenta con esa posibilidad, hay que ir directamente al sitio reservado para sillas de ruedas y acomodar ahí el carrito. Siempre en dirección contrario a la marcha y, si es posible, y hay autobuses que lo llevan, utilizar un cinturón de seguridad para atar el carrito. Si hay un usuario en silla de ruedas, la alternativa sería situar el carrito en la zona pegada a la primera fila de asientos de la parte posterior del autobús. Son las recomendaciones que ha expresado Juan Dols, director de calidad del Automóvil de la Universidad Politécnica de Valencia, que junto al Instituto Universitario de Investigación del Áutomóvil y las Empresas Municipales de Transporte de Madrid y Valencia ha pilotado este estudio.

Como conclusión se propone también que los autobuses dispongan de una zona central más amplia donde se pueda instalar un sistema de retencion con una mampara abatible que se pueda plegar según las necesidades. Así podría viajar un carrito más y se evitaría la espera que se produce en muchas ocasiones en las paradas de los autobuses cuando se quiere viajar con un bebé y en ése vehículo ya hay otro cochecito y un usuario de silla de ruedas. Éso en el mejor de los casos, porque la mayoría de los autobuses municipales en Madrid sólo tiene un espacio para estos usuarios.

Actualmente en la EMT de Madrid hay ya 472 autobuses habilitados para que pueda viajar un cochecito de bebé y un usuario de silla de ruedas. Cuentan también estos autobuses con sillas portabebés fijas y espacio para dejar el carro plegado.

La EMT va mejorando, ha dicho Ana Botella, con una filosofía muy clara detrás: "un compromiso serio con personas con movilidad reducida".

Recomendaciones también a los fabricantes de carritos: deben tener, según el estudio, una mínima resistencia estructural de al menos 80 kilos de fuerza y el sistema de retención debe aguantar 160 kilos.