El PP reniega ahora del "peaje en la sombra"

Escarmentada y molesta por su alto coste, la presidenta madrileña no volverá a utilizar el "peaje en la sombra" para construir nuevas vías en la región. Nada menos que 103 millones de euros, 5 millones más que en 2011, tendrá que pagar el próximo año la Comunidad de Madrid a las empresas concesionarias que construyeron y explotan las carreteras M-45, M-511, M-501 y M-407.

La mayor parte de ese dinero, casi 82 millones de euros, será para la autopista M-45, inaugurada por Alberto Ruiz-Gallardón en marzo de 2002. Tiene 44 kilómetros y conecta varias radiales, entre la M-40 y la M-50, además de las carreteras de Toledo, Andalucía y Valencia. Costó casi 500 millones de euros y el gobierno se comprometió a pagar un canon anual de 64 millones durante 25 años a las empresas concesionarias.

Un caro y polémico invento

Este sistema, importado del Reino Unido, siempre ha sido polémico por su elevado coste. Hasta tres veces más caro, ya que la Comunidad de Madrid paga en función del número de coches que circulan. Casi 100.000 vehículos utilizan diariamente la M-45, situándose el tramo más concurrido entre Leganés y Getafe. Tan beneficioso resulta este sistema para las empresas (en este caso Abertis, Cintra, OHL y Acciona) que en tan sólo 3 años consiguieron recobrar el 47% de la inversión.

Una hipoteca para la Administración

En los últimos años, la Comunidad de Madrid ha incrementado de forma notable la partida destinada a las concesionarias para cumplir los contratos que firmó en su día. La presidenta regional, que no ha conseguido poner orden en el equilibrio de la concesión, según ha admitido ella misma de forma pública, no ha tenido más remedio que renegar de este caro "invento". Un sistema, que evita el endeudamiento a corto plazo, pero que hipoteca a la Administración durante décadas. Por eso se llama "peaje en la sombra" porque el peaje no está a la vista. El ciudadano no lo ve, pero lo acaba pagando igual con sus impuestos.