La Campaña contra el Frío cuelga el cartel de "completo"

Un sin techo es una persona a quien nadie escucha, se ha convertido en invisible. El propio individuo -el perfil del homeless corresponde a un varón, soltero, separado o viudo en un 80%- ha decidido ocultarse buscando el anonimato, bien porque tiene miedo al fracaso bien porque la sociedad los borra. A la exclusión se llega como resultado de un proceso de pérdidas, indica Darío Pérez, responsable de Samur social en Personas sin Hogar, "pierden el dinero, el trabajo, la familia, la casa, los amigos, la salud"

La Campaña Municipal contra el Frío es parte del programa municipal de Atención a las personas sin hogar. Desde el 25 de noviembre se gestionan las más de 1.800 plazas que suma la red estable de acogida ahora a la campaña específica de invierno. 12 equipos de calle y 8 unidades móviles saben dónde circulan las personas sin hogar, y sino las buscan. Hay que forjar un vínculo con ellos "la resistencia que muchas veces ponen a venir a un centro no es tal, muchas veces tras eso hay una actitud de negar o de huir ante la posibilidad de ayuda -dice Darío Pérez-. La pérdida más importante de estas pesonas es la autoestima y eso conlleva a una falta de motivación para cambiar que se convierte en básica"

A bordo de una furgoneta de Samur social

En la zona de parques y manzanas de edificios poco transitadas ya de noche, en la ribera de Manzanares, distrito Moncloa, buscamos a quién ayudar, pero no encontramos a nadie. Vamos a bordo de un vehículo, pero habitualmente el trabajador social y la auxiliar que le acompaña realizan su ruta diaria a pie, viajan en autobús, en Metro, es más efectivo buscar a los sin techo así.

Después de dos intentos infructuosos, cambiamos de tercio. Para ahorrar tiempo, la furgoneta nos lleva a Chamberí, calle Andrés Mellado con Joaquín María lópez, cerca del hospital clínico y de la Fundación Jiménez Díaz. Allí encontramos a Armando, vive en una pensión de la calle Mayor, es uno de los fichajes del equipo. Cuenta que está tratando de "levantar lo derrumbado", el año pasado -prosigue- consiguió acercarse a su madre, pero "con mi hermana y mis sobrinos no nos decimos ni hola; me cuesta que recobren la confianza en mí"

Angel

Puede calculárse muchos años, pero seguramente tenga menos de los que representa. Tiene barba de quijote, lleva unas seis capas de ropa, tose y bebe de un cartón de vino, fuma una colilla. Justifica a los trabajadores sociales que falta a las revisiones médicas porque le cuesta caminar, "ya no solo es contar su historia, el hecho de que se le acerque un uniforme es complicado, tal vez por malas experiencias -explica Laura, auxiliar-; otros, sin embargo, agradecen mucho que alguien se preocupe por cómo están"

El no pasará la noche en el Centro de Acogida - Puerta Abierta, en la calle Pinar de San José, 104, en el barrio de Cuatro Vientos del distrito Latina. El metro más cercano es la línea 11, estación "La Peseta", el autobús línea 155 de la EMT. Dos autobuses salen diariamente, a las 19.30 y a las 20.30 desde Príncipe Pío, gratuitos, ya que forma parte de la red municipal de Atención a Personas Sin Hogar. Proporciona prestaciones básicas: alojamiento, manutención, aseo; y atención psico-social, de lo que se trata es de ofrecer la oportunidad de la inserción social a desarraigados y excluídos.