El arte como idioma universal
Amnistía Internacional conmemora sus 50 años a través de 24 carteles de sus campañas de concienciación en el Parque de Doña Casilda
La organización sin ánimo de lucro puso la semilla del movimiento en 1961. Primero fue la defensa de libertad de los presos de conciencia, medio siglo después ha extendido su red y ha ampliado su ámbito de actuación para proteger a la mujer, denunciar las actitudes totalitarias de los estados o exigir la abolición de la pena de muerte
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"Abrazos" creado Juan Genovés en 1976 supuso un antes y un después, una revolución, no sólo en el papel de los carteles como medio para reinvidicar la libertad sino que además los fondos obtenidos a partir de su difusión permitieron financiar el despegue de Amnistía Internacional en España. El dibujo representa sobre un fondo blanco a una sociedad que tras el régimen franquista puede empezar a escribir su propia historia. Es sólo uno de los 24 carteles de la exposición que también denuncia las maniobras para lavar la imagen de la dictadura argentina, con un balón de fútbol realizado con alambre de espino o la última incorporación realizada por el artista donostiarra Juan Aizpitarte que presenta la historia de un japonés que "ostenta el récord del mundo -decía el Aizpitarte- que lleva 43 años en el corredor de la muerte". El cartel es sencillo, es la bandera del país nipón representada con una mancha, "en la que gotea algo que no se puede mantener" es junto a EEUU o China una de las grandes potencias que todavía mantiene la pena de muerte.
La exposición resumía Carlos García, portavoz de Amnistía Internacional, "se trata de que el arte ayude a transmitir mensajes como idioma universal". La idea es que la muestra sea itinerante y llegue a Vitoria y a Donostia.
