La racha no cambia

Los aficionados se enfadaron con el equipo en la segunda parte y kanoute vio la quinta tarjeta que le impide jugar frente al Betis

Si el resultado es lo único que importa, como dicen en el Sevilla, Marcelino lo tiene complicado. Ha conseguido mejorar la imagen del equipo, con Reyes como director del ataque le está sacando brillo al juego, pero no gana. Lo cierto es que sin gol es difícil ganar un partido, y esa es la raíz de la cuestión. El Sevilla hizo una magnífica primera mitad frente al Espanyol, parecida a la del Valencia, pero no culminó ni una sola llegada en 45 minutos en los que arrasó a su rival. Así es imposible. Marcelino, con Navas, Reyes y Del Moral abasteciendo a Negredo, está consiguiendo un juego vistoso, rápido y con llegada, pero con poco peso específico en el área. Y eso es fundamental. Además, las fuerzas no duran demasiado, por lo que, si no rematas la faena, la segunda parte se complica. Eso ocurrió frente al Espanyol.

Increíblemente, el Sevilla no marcó en la primera parte. Para no cometer errores del pasado reciente, Marcelino sacó a Kanoute por Negredo, pero ya se había quedado su equipo sin oxígeno y, además, se lesionó Del Moral. El cambio hombre por hombre no aportó nada. Además, Reyes, excelso en la primera parte, se dejó las fuierzas en los primeros 45 minutos. El Sánchez Pizjuán se enfadó. Un punto frente a un Espanyol diezmado sabe a poco y la sensación final no buen buena. Ahora, con Reyes, Marcelino parece tenerlo más claro, pero el tiempo se le está acabando. El sábado, un derbi que marca a cualquiera. Para bien o para mal. Y sin Kanoute que vio la quinta amarilla. Aunque el de Mali es suplente para Marcelino, en el Villamarín respiran tranquilo con el mejor jugador de la historia del Sevilla en el sofá de su casa.