Sociedad

Prohibido el paso a okupas y familiares

Fuera, dos guardas de seguridad privada y dentro, 80 puertas tapiadas. Éstas son las medidas que Bankia ha impuesto en una de sus propiedades para que no entren más okupas a vivir

'Bankia no contrata seguridad para protegernos, sino para proteger su especulación. Bankia quiere el edificio vacío. Hoy nos toca a nosotros. Mañana ¿quién sabe?', dice un cartel que cuelga de la fachada.

Seis obreros meten ladrillos y cemento en la casa del número 36 de la calle Sebastián Elcano llevan dos días tapiando 80 puertas de casas vacías para que no ocurra lo que en otras viviendas del edificio en las que desde hace dos semanas viven varios okupas. Son desahuciados, excluidos sociales o personas que comparten la idea de la ocupación.

"Los ocupantes desarrollan las actividades normales que se hacen en un hogar, están felices pero ahora viven en una situación de secuestro", asegura Diana Sánchez, miembro de la Asamblea de Vivienda de Madrid. Se refiere a los dos guardas de seguridad que, desde hace dos semanas, custodian el portal del edificio por orden de Bankia, propietario del inmueble. El vigilante que está dentro abre la cerradura de la puerta y advierte, con acento de Europa del Este, que no se puede pasar. Está restringido el paso a los okupas y a quien vaya a visitarles a éstos o a cualquiera de los inquilinos que viven en 50 de las 200 casas del edificio."Esto es ilegal, esta seguridad no se limita a la vigilancia sino que impide el normal tránsito de los inquilinos".

Las casas en las que viven los okupas tienen agua y luz, algo que pensaban pagar, según Sánchez. Pero en los últimos días, Bankia ha cortado la luz del portal y los pasillos, lo que se ha convertido en un problema para las personas mayores que viven en este edificio. "Si soy una persona mayor y quiero entrar a mi casa por la noche, no veo nada y es denunciable", detalla la miembro de la Asamblea quien se apoya en el derecho constitucional a una vivienda para explicar la legitimidad del acceso a ella por diferentes medios.

Los tres carteles que cuelgan de los balcones del edifcio denuncian la especulación de Bankia, ya que, la Asamblea no ve lógico que habiendo 177 desahucios mensuales, este banco disponga de decenas de pisos vacíos en perfectas condiciones de habitabiliad que alcanzan los 5.000 millones de euros.

 
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