Buen fútbol, reparto de puntos y todos contentos

El equipo de Marcelino mereció llegar al descanso con sobrada ventaja pero la falta de puntería propició que el Betis tuviera opciones en la segunda mitad

Casi tres años después volvía el derbi y si bien el empate es un resultado que suele reflejar la cicatería de los técnicos que suelen elegir el empate antes que arriesgarse al bochorno, en esta ocasión fue un buen partido de fútbol. La apuesta del Sevilla por el triunfo fue más decidida desde el inicio del encuentro y eso le sirvió para dominar al Betis con solvencia y acumular claras ocasiones de gol. Negredo, Navas y Luna no consiguieron que el marcador reflejase la superioridad de su equipo que con una presión asfixiante recuperaba el balón y pisaba área con mucha facilidad. Sin balón, el Betis pierde una seña de identidad básica para su supervivencia y en un día clave sus centrocampistas eran incapaces de hilar una jugada con sentido. Iriney se cargó con una absurda tarjeta para ir certificando pronto el pésimo partido que ibaa firmar. La pelea que el equipo de Marcelino tiene con el gol suele pasarle factura y en casa del eterno rival no fue una excepción; Beñat rescató al Betis con un lanzamiento de falta espectacular que Varas solo pudo recoger dentro de su portería. Gran premio para un equipo que parecía destinado a la derrota. A pesar del mazazo el Sevilla no cambio el plan y siguió mandando hasta conseguir el empate al filo del descanso con un gol de Negredo que retrató a toda la defensa del Betis, especialmente a Cañas. Fue una buena primera mitad.

Era una utopía mantener el ritmo trepidante de la primera mitad y el segundo acto fue menos intenso. Con el paso de los minutos la fatiga hizo mella en la tropa sevillista y Mel pudo ver algo de lo que quiere de sus jugadores. Sin asustar demasiado a Varas las ocasiones béticas fueron apareciendo con Juanma, Rubén Castro, Montero e incluso Pozuelo tuvieron opciones de marcar. Mientras, una semana más Fazio se encargó de hacer incompresibles los elogios que acompañan a un presunto bueno jugador. De buenas condiciones no se vive en el fútbol profesional y el argentino fue expulsado dejando a su equipo en situación crítica para los últimos veinte minutos. Su expulsión coincidió con la salida de Salva Sevilla al campo. Es de largo el centrocampista que mejor ve el fútbol del Betis pero por razones que solo encuentran los entrenadores su apariciones son escasas en los último tiempos. Bajo su batuta el Betis pudo templar el juego y acercarse ordenadamente al área rival pero no llegó a concretar las llegadas en superioridad. Un punto para cada equipo y ya llegará la vuelta.