Caso Joy Eslava: la acusación particular se retira del juicio y no ejerce su papel

Dos antiguos encargados de la discoteca madrileña Joy Eslava, acusados de apropiarse de casi medio millón de euros de propinas, han asegurado en el juicio que no tenían acceso directo al dinero de las consumiciones

En el banquillo de los acusados se han sentado Cesar Martínez y Francisco Soto por un delito continuado de apropiación indebida. Se enfrentan a cuatro años de prisión por estos hechos, que fueron denunciados después de que el director de Sala se percatara de la apropiación del dinero.

Los procesados, uno jefe de sala y otro el segundo maître, han indicado a los jueces que no tenían acceso al dinero, ya que ellos se encargaban de que todo funcionara bien. Además, han negado que dieran instrucciones a los camareros para introducir parte de las consumiciones en el bote.

Asimismo, han contado que el 25 de febrero de 2006 uno de los acusados comunicó al director de sala cómo había visto a uno de los camareros introducir dinero de las consumiciones al bote. A raíz de este incidente, los responsables de la discoteca denunciaron los hechos al no quedar claro quiénes eran los responsables.

Por su parte, uno de los responsables de la sociedad estafada ha recalcado durante su declaración que no puede asegurar que estas dos personas hayan sido las responsables de esa situación en alusión al descuadre de las cajas.

Según el fiscal, los procesados se aprovecharon de su condición de responsables de la facturación, cobro y entrega de las recaudaciones de las consumiciones para dar instrucciones a sus subordinados para introducir en el bote de las propinas parte de las consumiciones cobradas. De este modo, los acusados llegaron a apropiarse de 496.000 euros. Pero novedad procesal más determinante es que la acusación particular se ha retirado de la vista por lo que no ha ejercido su papel.

Lo que si se ha conocido en vista pública son los ingresos anuales que ha logrado la Sala Joy Eslava. Por ejemplo en 2001 obtuvo 4.500.000 de euros y en 2003, las cuentas se quedaron en casi 3 millones. No se ha podido demostrar que esa reducción en la caja tenga algo que ver con el asunto juzgado.