El Sevilla toca fondo en Málaga
Los de Marcelino rozaron el ridículo en la primera parte
El asistente anuló el gol del empate a Coke y los sevillistas no ganan en Liga desde la primera semana de diciembre
El equipo del Sevilla pide soluciones a gritos, pero nadie acude al rescate. La primera parte del Sevilla y la derrota final es suficiente para que los dirigentes piensen en un cambio de entrenador. Y si no es suficiente, también se puede mirar la clasificación, la distancia con el objetivo, y lo sucedido en las dos competiciones que terminaron. Sin embargo, después de los apaños del mercado invernal, tampoco da la impresión que tengan soluciones frescas los ejecutivos. La primera parte fue lo peor que se le ha visto al Sevilla en los últimos años, así de simple y a pesar del gol de Luna. Lamentable, bochornoso. Una verbena de la defensa al ataque. Además, se lesionó Reyes y debutó con carácter de urgencia Babá, que necesitará más minutos para una valoración.
Un paso adelante en la segunda parte fue suficiente para dar sensación de poder empatar el partido. Con el Málaga con diez por la expulsión de Isco, tras salvaje entrada a Negredo, el asistente anuló un gol a Coke que, en el centro de Navas, estaba en línea con el balón. Debió empatar, pero no hubiera ocultado las carencias de un equipo que ayer dio señales de descomposición. Las señales son peligrosas, la afición parece anestesiada y los dirigentes miran hacia todos lados sin tener claro qué hacer. Probablemente, lo de siempre: ganar tiempo, buscar algún culpable externo y actuar cuando la situación sea insostenible. Dos meses sin ganar quizás no lo sea.




