Los primeros pasos en la construcción un campo de golf en Las Matas indignan a los ecologistas
La Plataforma Salvemos la Tierra denuncia que la Comunidad de Madrid ya ha entrado una de las fincas colindantes y ha arrasado la flora autóctona
Las instalaciones se levantarían en pleno parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares. La Comunidad pretende que el Club de Campo del Noroeste, valorado en 35 millones de euros, corra a cargo de la iniciativa privada
Campo de golf de 18 hoyos, canchas de tenis, pádel, baloncesto, fútbol, piscinas, escuelas deportivas y centro de hípica son alguna de las propuestas de la Comunidad de Madrid para la finca de El Garzo, un espacio natural situado en Las Matas, en pleno parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares, colindante con el Monte de el Pardo. Esta finca tiene una superficie de 403 hectáreas, aunque, según el Gobierno regional se actuaría sobre 180.
Luís Miguel Urban, portavoz de la plataforma "Salvemos la Tierra", ha explicado en la SER que se trata de "una agresión que supera cualquier cosa que pudiéramos imaginar de la mente de la presidenta de la Comunidad de Madrid", y denuncia que ya se ha entrado en una finca colindante a los terrenos donde va a construirse el campo de golf: "Han arrasado moreras, algún encinar y todo tipo de árboles. Han allanado el terreno saltándose la ley. Hablamos de la zona de la Cuenca del Manzanares y de algo muy importante: el Monte de El Pardo", explica.
La finca de El Garzo, ahora cerrada al público, pues pertenece al IVIMA, se conserva en un óptimo estado, sobre ella crecen frondosos pinos y las vistas, tanto a Madrid capital como a la sierra son espectaculares. Alega la Comunidad que el proyecto que se pretende desarrollar sobre la misma supondrá una mejora del medio ambiente, pues asegura que plantarán más de 5.000 árboles y se reintroducirán ejemplares de fauna autóctona. Urban, en cambio, no lo ve así y explica qué tipo de flora y fauna se van a ver afectadas: "es una zona considerada de interés comunitario por la Unión Europea y de protección especial de aves, de campeo del águila real, que es un ave protegida y en peligro de extinción. También los encinares van a verse en peligro".
Otro problema es el del suministro de agua: "El Canal de Isabel II ya advirtió por escrito de que no podía construirse ni una vivienda más porque no podría asegurar el suministro de agua potable. ¿Y la que necesita un campo de golf? Nos dicen que va a hacerse con agua reciclada, pero eso es imposible".
La Comunidad pretende que este proyecto, valorado en 35 millones de euros, corra a cargo de la iniciativa privada. La propia presidenta regional, Esperanza Aguirre señalaba en la presentación del mismo, que se crearían 800 puestos de trabajo, de los que 550 corresponderán a los de la fase de construcción y los 230 restantes a los que se contraten en la fase de explotación del complejo. Tampoco este argumento justifica la construcción del campo a ojos de los ecologistas: "¿A costa de qué queremos crear puestos de trabajo? Nos engañan. Tenemos que cuidar el medioambiente para nuestros hijos y nuestros nietos", y añade: "Esto huele mal. Huele a que van a seguir especulando y enriqueciéndose unos pocos a costa del resto". Respecto a la afluencia de visitantes, la Comunidad estima que cada año se registre una media de 400.000 usuarios.




