Culpable de asesinato, no culpable de profanación de cadáveres

El jurado ha declarado culpable de asesinato a Antonio Gordillo, el hombre que apuñaló a la estadounidense Laura Cerna en el Tiro de Línea y luego descuartizó el cadáver y lo arrojó al Guadalquivir. El jurado ha declarado no culpable al acusado del delito de profanación de cadáveres. Según el jurado el crimen se cometió con alevosía pero no con ensañamiento lo que ha llevado al fiscal a rebaja su petición de pena a 20 años de cárcel. El juez, presidente del Tribunal, dictará la sentencia en unos días.

El jurado, que no ha apreciado ninguna de las atenuantes de la defensa, ha considerado probado que, en la madrugada del 30 de agosto, víctima y acusado se encontraban en casa de este último cuando se inició una discusión en el curso de la cual Antonio Gordillo le propinó varios golpes y un fuerte puñetazo en el ojo derecho que hizo que cayera al suelo en estado de "inconsciencia total o parcial", tras lo cual la llevó al cuarto de baño.

Una vez allí, según este relato de los hechos, el acusado empleó un cuchillo de cocina para propinarle cuatro puñaladas "dirigidas a la zona del corazón" y realizadas "con mucha violencia", ya que todas ellas "seccionaron cartílagos y costillas".

El jurado no han considerado probado que el acusado descuartizara el cuerpo "con la intención de faltar al respeto debido a la memoria de los muertos", que era el elemento básico para que pudiera apreciarse un delito de profanación de cadáveres.

Antonio Gordillo manifestó en el juicio que Laura Cerna se había apuñalado después de intentar pincharle a él con un cuchillo."Lo único que hice fue defenderme", manifestó. Luego le cortó la cabeza y el brazo derecho no sabe por qué."Tenía mucho miedo, lo hice inconscientemente y todavía creo que todo ha sido un sueño", explicó. Después guardó la cabeza y el brazo derecho en una mochila y el resto del cuerpo en una maleta y arrojó todo al Guadalquivir.

Gordillo le confesó el asesinato a un amigo, aunque, según esta persona, Antonio mató a Laura durante un forcejeo. Los dos se habían conocido en el bar donde él trabajaba aquella noche y se fueron a casa de él donde ocurrió el crimen. La madre de Laura, Sandra Cerna, no ha podido aguantar más tras asistir a las seis sesiones de la vista oral y se ha levantado en dirección al acusado, enseñándole una fotografía de su hija y gritándole "asesino, animal, mira a mi hija, no te atreves a mirarla, eres un cobarde".