Primer desahucio de un quiosco del Retiro

La orden de desahucio la emitía el viernes el Juzgado número 32. A partir de ahí, quiosqueros y Administración no están de acuerdo en cuándo podía aplicarse y esa conversación se ha reproducido en el parque. Los primeros dicen que son 15 días tras su notificación y que el Ayuntamiento ha "emplazado a que les desahucien en 24 horas" con lo que "es imposible que una persona saque sus cosas", subraya la portavoz de los quiosqueros Ana Corchero. El funcionario de la Junta de Distrito Centro que acudía al desalojo contestaba diciendo que ellos tienen "un auto judicial que dice que se levantan las medidas cautelarísimas de suspensión y que procedamos a la ejecución".

Poco después un cerrajero procedía a cambiar la cerradura del quiosco número 3, junto al lago y a la Fuente Egipcia, cuyo dueño es un hombre de alrededor de 80 años que no ha acudido al desalojo. Decía su hijo, Pablo Jimeno, que no podría soportar ver como le quitaban el trabajo que ha sido de toda su familia desde 1832, cuando un antepasado suyo, cochero real, recibía ese negocio. "Este es nuestro medio de trabajo, no conocemos otra cosa. Nos hemos criado todos aquí. Mis abuelos dormían en una casa que hay al lado, el Retiro es nuestra vida. Y ahora hay grupos que presuntamente están interesados en quedarse con esto a toda costa", explica Jimeno.

Y es que los quiosqueros denuncian que el concurso de adjudicación del Ayuntamiento, que todavía no se ha resuelto, les impone condiciones leoninas como pasar de pagar un canon de 20.000 euros al año a pagar uno de 70.000 euros. Unas cantidades muy altas, aseguran, para unos negocioos que sólo pueden vender bebidas, frutos secos y bocadillos envasados.

Hay otros tres quioscos sobre los que pesa un posible desahucio. Aunque sus actuales dueños quieren dar batalla como dice la leyenda de las camisetas que se han hecho. "Si no lo hizo mi bisabuelo, ni mi abuelo, ni mi padre. Yo tampoco me Retiro".