Readmitido por haber sido espiado por su empresa
Una empresa filial de Fomento de Construcciones y Contratas controlaba los movimientos de un trabajador durante una baja con un GPS en su coche
El Supremo ha ordenado la readmisión de un trabajador por parte de una empresa de limpieza de Bilbao, filial de Fomento de Construcciones y Contratas, que colocó un GPS en su coche para controlar sus movimientos durante una baja por enfermedad. El tribunal estima que dicho espionaje vulneró el derecho a la intimidad del trabajador y ha anulado su posterior despido por parte de la empresa, por lo que deberá ser readmitido.
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Una empresa decide controlar los movimientos de un trabajador, contrata un detective que coloca un GPS en su coche y le sigue hasta cuando hace la compra. Lo que podría parecer un nuevo episodio de las aventuras de James Bond es en realidad la situación vivida por un trabajador de Bilbao en el año 2010, espiado durante una baja por "enfermedad común". La entidad, dedicada a los servicios de limpieza y filial de la líder del sector Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), siguió a través de este método cada movimiento del empleado durante la baja, y comprobó que conducía su vehículo y realizaba "diferentes esfuerzos físicos" sin problemas, por lo que procedieron a comunicarle su despido de inmediato.
Los informes del detective contratado describían con todo lujo de detalles el día a día del operario de limpieza durante la baja, incluyendo visitas a supermercados y centros recreativos, en las que el empleado cargaba con bolsas de la compra o maletas pesadas. En base a esos informes, que el Tribunal ha declarado como obtenidos ilegalmente, la empresa tomó la decisión de despedir al empleado por incurrir en "fraude, deslealtad y abuso de confianza en el trabajo".
La Sala de lo Social del Tribunal Supremo avala así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que considera que estas prácticas de espionaje vulneraron a todas luces la intimidad del trabajador, por lo que han declarado el despido como nulo. La empresa tendrá que readmitir al empleado, así como también remunerarle los salarios que no recibió durante los dos años que duró su despido, y también cargar con las costas del proceso judicial.