El Escuadrón de Caballería de Madrid aumenta las tareas de seguridad

Para las distintas tareas que realizan no vale cualquier raza. Los españoles son los que mejor dan con el perfil: son versátiles y especialmente dóciles y tranquilos. Peculiaridades que no comparten con los árabes o los ingleses.

Hasta la sede del Escuadrón de Madrid se ha trasladado el delegado de las Artes, Fernando Villalonga, para agradecer la labor que realiza el Cuerpo de Caballería. Un servicio, ha dicho, muy enganchado con la tradición de la Comunidad, que data del siglo XIX, con unas instalaciones preciosas y que muy pocos madrileños conocen.

Son 41 caballos los que vemos en actos oficiales, fiestas regionales, en cabalgatas o incluso en celebraciones deportivas. Pero también los que patrullan las calles para dar seguridad a las zonas más céntricas. Un objetivo que ahora está más presente. "Ultimamente ha habido un cambio de funciones. Menos labor de representación y más de seguridad. Un caballo da una seguridad subjetiva muy importante. De hecho, en grandes ciudades como Londres, Nueva York o Francia el patrullaje a caballo se está potenciando", ha dicho el oficial del Escuadrón Benedicto Maroto.

No vale cualquier tipo de caballo. Tienen que ser especialmente tranquilos y versátiles, para adaptarse a las distintas actividades que realizan en su jornada laboral. El perfil perfecto, el caballo español. Benedicto Maroto explica que su docilidad y versatilidad lo diferencian de otros caballos como los árabes o los ingleses, que tienen otras peculiaridades.

Para el puesto de jinete tampoco vale cualquiera. Son 60 funcionarios que han elegido voluntariamente dedicarse al cuerpo de caballería por lo que suelen tener experiencia... Aunque para llegar hasta allí, antes pasan por dos cursos formativos. Además, en la medida de lo posible, cada uno tiene asignado un animal del que se encargan de cuidar y domesticar.