UGT y CCOO recurrirán a la Justicia si Aguirre carga a los profesores la vigilancia del 'tupper'

El portavoz de Educación en CCOO, Francisco García, anuncia además que, como en otras ocasiones, se van a encargar de que las familias conozcan los perjuicios que acarrearía la medida y confía en que volverán a apoyar a los docentes.

Nueva cortina de humo o recortes en Educación. La cuestión es que los sindicatos coinciden en que no se van a cruzar de brazos ante lo que califican de medida impracticable. Eduardo Sabina, Secretario General de Educación en UGT, dice que de momento esperarán, "porque se lanzan noticias a la prensa sin tener ningún fundamento y desconociendo la realidad de los centros", pero si se aplica la normativa verán "las posibilidades de hacer un recurso legal para que no se ponga en marcha".

Tanto para Sabina como para el portavoz de Educación en CCOO, Francisco García, la pretensión de Esperanza Aguirre es un insulto. "No sé hasta donde pretende que el profesor llegue realizando tutelas en el centro. Al final barrer también va a ser función del profesor para ahorrar personal", ha criticado García.

Y es que, según denuncian, se pretende recortar en puestos de monitores de comedor para que los sustituyan los profesores en lugar de incrementar la plantilla. Además, dicen que las horas en las que ahora pretenden que los profesores asuman la vigilancia de los niños que lleven el tupper a los centros, son las que ya dedican a otras labores y que la Educación es lo primero que se vuelve a ver perjudicado. "Lo que hace Esperanza Aguirre como siempre es un ejercicio de demagogia. Es tirar la piedra y esconder la mano. Derivar una responsabilidad a los demás. Es que los profesores, si colaboran en eso, dejarán de hacer reuniones de coordinación de departamento, dejarán de hacer clausos y consejos escolares. Porque cuando hacen eso es en la hora de la dedicación exclusiva, que es a mediodía, justamente cuando los niños están en el comedor", explica Francisco García.

Por eso, los sindicatos aseguran que, como en otras ocasiones, se van a encargar de que la sociedad madrileña conozca qué supondría el nuevo recorte. Creen que las familias entenderán y volverán a apoyar a los profesores para redundar, dicen, en la calidad de los centros educativos.