Ponce pidió dinero a los empresarios de la Raza por orden de Mellet, que recibió el encargo de Rivas

Daniel Ponce, exsubdirector de Mercasevilla, ha declarado que él pidió 300.000 euros a los empresarios de La Raza por orden de su jefe, el acusado Fernando Mellet que a su vez, ha manifestado Ponce, recibió la orden del exdelegado de Empleo en Sevilla, Antonio Rivas, también acusado. La última hora de esta quinta sesión terminó con un interrogatorio a gritos y con el secretario confeccionando el acta a mano, con papel y bolígrafo, porque la luz ha vuelto a irse seis veces.

Mandé al carajo a Fernando cuando me dijo que pidiera el dinero", ha contado Ponce a preguntas de su abogado. Pero después ha dicho que Mellet le explicó que los de La Raza ya lo sabían y que sólo tenía que recordarles que "los proyectos sociales de colaboración con la Junta son 300.000 euros". ¿Cómo me iba a parecer eso ilícito?, ha reflexionado. El grupo La Raza iba a motar una escuela de hostelería en Mercasevilla, un proyecto que había recibido una subvención de 900.000 euros de la Junta.

Por su parte, la exsecretaria de dirección y acusada, Regla Pereira, ha negado que estuviera presente cuando Daniel Ponce exigió el dinero al empresario Pedro Sánchez Cuerda. "Estando yo delante Ponce no abrió la boca", ha dicho. Y ha explicado que ella y Sánchez Cuerda comentaron los cursos que iba a impartir La Raza y luego se salió fuera de la sala porque la llamaron por teléfono y porque tuvo que ir a buscar las llaves de la nave donde se iba a montar esa escuela de hostelería para visitarla. "Les dije que los esperaba abajo y los esperé bastante rato", ha señalado.

La empleada se ha defendido con soltura hasta que el presidente del Tribunal le ha preguntado si reconocía la voz de Mellet y Ponce en la grabación que hicieron los empresarios y ha dado origen a esta causa judicial. Pereira entonces ha dudado y ha dicho prefiere no responder. Luego tampoco ha querido explicar qué opinión tiene sobre el hecho de que sus antiguos jefes exigieran una contribución voluntaria a unos empresarios.