El niño rumano falleció el mismo día de su desaparición

Los familiares del menor han acompañado al padre en la larga espera del Instituto Anatómico Forense. La madre sigue en casa sedada

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Gabriel, el niño hallado ayer por la mañana en una laguna artificial del barrio madrileño de Vicálvaro, murió el mismo día que desapareció, el 24 de septiembre, después de haber salido de su casa para jugar en el parque.

Así lo ha asegurado el padre del menor, Ginel Vidrascu, que desde primeras horas de la mañana ha permanecido en el Instituto Anatómico Forense acompañado de su abogado para seguir la autopsia que se está practicando al cuerpo de su hijo.

Lo único que los forenses han comunicado al padre, es que el menor falleció el mismo día que desapareció, aunque de momento no le han facilitado más detalles en espera de que concluyan los trabajos de la

Fuentes de la investigación que tras una primera inspección el cadáver, que estaba muy deteriorado, no presentaba signos de violencia, pero será la autopsia la que confirme este extremo.

El cuerpo fue hallado en torno al mediodía de ayer por un helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía que formaba parte del dispositivo de búsqueda de Gabriel.

Dos buzos de la unidad subacuática de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid entraron a nado en la laguna y rescataron el cuerpo, labores que presenció el padre.

Pocas horas después, él mismo confirmó que el cadáver era de su hijo y hoy, según ha relatado su abogado, también ha reconocido una zapatilla que le han mostrado en el Anatómico Forense.