El Samur considera inapropiada la actitud de su operador ante las llamadas del Madrid Arena

El operador que atendió las llamadas es un antiguo chofer municipal que optó a una plaza como conductor y que al no lograrla acabó en el servicio de Emergencias. Mediante carta ha manifestado en varias ocasiones a la alcaldía, su disconformidad con su puesto de trabajo.

Nuevas grabaciones de las llamadas telefónicas a Emergencia del Ayuntamiento de Madrid la noche de la tragedia en el Madrid Arena recogidas por Elmundo.es revelan que las ambulancias no tenían acceso a las puertas del Madrid Arena. El Samur justifica la imposibilidad de acceder a la zona, como se recoge en las grabaciones, a la falta de agentes de Policía Municipal que les abrieran el paso entre la multitud. Según ha sabido Radio Madrid, el operador es un antiguo chofer municipal que optó a una plaza como conductor de emergencias. No lo logró y fue destinado a sala del 112. Mediante carta ha manifestado en varias ocasiones a la alcaldía, su disconformidad con su puesto de trabajo y la gestión que hicieron las emergencias aquella noche.

El operador de Emergencias ha declarado que él era "técnico conductor de ambulancia, no operador para responder el teléfono". El Samur asegura que el operador que atendió la llamada en el 112 sí recibió el curso de Técnico de Emergencias, que incluye también conocimientos sobre la atención en la central de Emergencias. El operador ha dicho esta mañana en un medio de comunicación que no tiene don de palabra y que él optó a un puesto de conductor. Fuentes municipales consultadas por la SER, cuestionan la actitud de este operador, que ha manchado un servicio de emergencias, el Samur, ejemplar durante años, dentro y fuera de la capital.

Las conversaciones, publicadas por 'El Mundo' muestran la desesperación de los amigos ante la falta de asistencia y su incredulidad cuando descubren que las ambulancias no están ni van a poder llegar a las puertas del recinto y que el operario del Samur les pide que vayan hasta el paseo de Extremadura, a casi un kilómetro de distancia. "Muy bien, pues tendréis que sacarla como podáis porque ahí no podemos entrar", les explica el operario del Samur a las amigas de la víctima sin dar demasiado crédito a lo que le cuentan. "¿No podéis entrar en la Casa de Campo? Se está muriendo, por favor, vengan ya", insiste la joven desesperada. "Tranquilizaros, sacarla al paseo de Extremadura con la puerta del Ángel y allí hay ambulancias", reitera el operario del servicio de Emergencia del Ayuntamiento de Madrid.

Ante la falta de ayuda la joven se va desesperando. "Vale la sacamos al paseo de Extremadura pero por favor, por favor, vengan ya", repite a gritos. A lo que el operario le pregunta a la joven si ha bebido sin dar mucha credibilidad a la llamada. "Se ha desmayado porque la han aplastado". El operario sigue sin dar credibilidad a la chica y responde: "Ah, claro".

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Poco después el 112 registró la llamada de otro joven más calmado que indica al operario que está sacando a su amiga del recinto del Madrid Arena. El operario del 112, que se identifica como Samur al atender la llamada, le indica al chico que tiene que llevar a su amiga a la Avenida de Portugal donde se encuentran ya las ambulancias. El joven le pide al operario del 112 que por favor acudan a la puerta del Madrid Arena a lo que le contesta que hasta allí no pueden llegar debido a la cantidad de gente que hay.

El Samur reitera que el punto al que se envía a los jóvenes que realizaron las llamadas, próximo al Paseo de Extremadura, fue efectivo y allí se prestó atención a Belén, a la que se recupera y se envía al hospital, donde falleció días después. Exactamente lo mismo ocurrió en el caso de otra de las chicas conducida a esa zona, Cristina, fallecida también a posteriori.