El fiscal pide 40 años de prisión para Bretón por el asesinato de sus hijos
La pena de cárcel solicitada por la Fiscalía es la misma que la de la acusación particular ejercida por la madre de los pequeños, Ruth Ortiz
Este lunes hace justo un año que José Bretón avisaba a la policía de la desaparición de sus hijos: los pequeños Ruth y José. Según el padre, los niños se extraviaron en un parque de Córdoba. Desde ese momento se convirtió en uno de los casos que mayor expectación ha creado en la opinión pública. / ATLAS
El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de 40 años de prisión para José Bretón, padre de los dos niños de 2 y 6 años desaparecidos el 8 de octubre de 2011 en Córdoba, al considerarlo autor del asesinato de sus hijos. En su escrito de acusación el fiscal pide además una indemnización de 600.000 euros por la muerte de los niños, que dista de los dos millones de euros pedidos por la acusación particular
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En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal relata que el nacimiento de los niños fue iniciativa de la madre, Ruth Ortiz, y que Bretón le advirtió de que iba a ser ella la encargada de su crianza, algo que cambió cuando éste no encontraba trabajo y tuvo que ocuparse de sus hijos en Huelva.
Añade el escrito que los niños recibieron "escasas muestras de cariño del padre durante su corto periodo de vida" y que Bretón era una persona "muy estricta y poco afectuosa con su esposa", lo que provocó que la convivencia entre ellos se fuera deteriorando.
En septiembre de 2011, Ortiz anunció a Bretón que no era feliz con él y que había que tomar decisiones, momento a partir del cual la relación se rompió y el acusado se marchó a vivir a Córdoba acordando un régimen de visita de los niños.
Durante las siguientes semanas, Bretón expresó a los familiares de su esposa su enfado por la separación y al comprobar que no había marcha atrás "ideó dar muerte a sus hijos, decidiendo que el lugar más adecuado sería la finca familiar" ubicada en el Polígono de Las Quemadas de Córdoba.
IDEÓ SU PLAN DURANTE DÍAS
Con el objetivo de elaborar su plan, entre el 15 de septiembre y el 7 de octubre Bretón, según el fiscal, permaneció durante varias noches en la casa de Las Quemadas e hizo acopio de leña de olivo, mientras que en sus viajes a Huelva adquirió más de 271 litros de combustible.
Según el fiscal, durante el trayecto hacia la finca, Bretón paró el turismo y suministró a los niños un número indeterminado de las pastillas que tenía preparadas, tras lo que llegaron a la parcela sobre las 13.46 horas. Una vez allí y "antes de acabar con la vida de sus hijos", Bretón llamó a su esposa, aunque al no poder contactar con ella ejecutó su plan de un modo "que no ha podido quedar acreditado".
Esto se debe, según el fiscal, a que Bretón encendió una hoguera, que ya tenía preparada entre dos naranjos, y la avivó rápidamente gracias a la leña de olivo y al gasóleo.
Acto seguido, colocó allí los cuerpos de los niños e instaló una mesa en posición vertical tapando la hoguera que actuó como un horno crematorio que alcanzó temperaturas de hasta 1.200 grados.
Bretón permaneció junto a la hoguera arrojando combustible hasta que se aseguró que los cuerpos habían quedado calcinados y salió de la finca sobre las 17.30 horas.
Tras llegar a las inmediaciones del parque Cruz Conde sobre las 18.01 horas, Bretón estuvo conversando mediante mensajería por el móvil con su hermano, al que llamó sobre las 18.18 horas diciéndole que había perdido a sus hijos en el parque.
Seguidamente, sobre las 18.41 horas, el acusado llamó al 112 para comunicar la desaparición de los niños, mientras que a las 20.43 horas se presentó en la Comisaría de Policía para denunciar el suceso.
Por todo ello, el fiscal ha solicitado para Bretón la pena de 20 años de prisión por cada uno de los dos delitos de asesinato de los que le acusa, además de la prohibición de acercarse a Ruth Ortiz y sus familiares durante 41 años, así como una indemnización de 600.000 euros para la madre de los pequeños.
Asimismo, el Ministerio Fiscal solicita que, sea cual sea la evolución del acusado, no se le conceda el tercer grado hasta el cumplimiento de, al menos, la mitad de la pena impuesta.