Los usuarios de seis líneas de Bilbobus tendrán que esperar más tiempo en las paradas

La evolución de los gastos no ha ido pareja con los ingresos". Echando mano de los números el concejal de Circulación y Transportes, Asier Abaunza, ha explicado los ajustes que, a partir del 4 de febrero, entrarán en vigor en el servicio de autobuses urbanos.

Después de meses de negociación con la empresa concesionaria y el comité, las partes han acordado el nuevo esquema de Bilbobus que permitirá afrontar el coste del servicio "con el menor impacto social y laboral". Según ha explicado el concejal el presupuesto reserva una partida de 28,1 millones de euros, y el coste se ha encarecido a razón de 1,5 millones de euros cada año. Con el objetivo de paliar esta subida de costes se ampliarán las frecuencias de seis líneas y una recortará su recorrido. La premisas a seguir han sido tres: conservar todas las líneas, garantizar el servicio en los barrios y mantener la plantilla de indefinidos. También se ha tenido en cuenta que casi la mitad de los viajes se realizan por motivos de trabajo, por lo que las ampliaciones de frecuencias se concentran en sábados y festivos.

De esta manera, los que notarán un aumento del tiempo de espera serán los usuarios de siete de las 43 líneas. Son la 11 (Deusto- Atxuri), 13 (San Ignacio- Txurdinaga), 40 (Santutxu- Plaza Circular), 48 (Santutxu- Lezeaga), 72 (Larraskitu- Castaños), y 76 (Artatzu- Moyua). Por ejemplo, quienes utilicen el autobús de la línea 11 tendrán que esperar una hora los sábados, cuando ahora era media. La única que modifica, para reducir, su recorrido es la línea San Ignacio- Zorroza. Al llegar a Iparragirre los autobuses girarán hacia Moyua en lugar de llegar hasta Zabalburu.

En el plano laboral, y previo acuerdo con los sindicatos, se mantiene la plantilla de fijos pero no se van a renovar los "ocho" contratos eventuales. El titular de Transportes ha agradecido expresamente a los sindicatos que hayan "entendido" las razones y la negociación se haya desarrollado en un clima "sincero". Lo más complejo ha sido el encaje de la plantilla por eso se ha "escalonado" en dos años el ajuste. El próximo 2014 está previsto ampliar los tiempos de espera en la línea 22, de 15 a 20 minutos, y en la 62 se recuperará la cabecera de Sagrado Corazón en detrimento de Termibus.