"Claro sospechoso no hubo nadie antes que Lars"
Los agentes de asuntos internos que investigaron el robo de los 154 kilos de heroína y cocaína de los calabozos de la Jefatura Superior de la Policía han dejado claro que para ellos el "claro sospechoso" era el agente acusado, Lars Sepúlveda. "En principio eran todos (los agentes de la UDYCO) sospechosos pero claro sospechoso no hubo nadie antes que Lars", ha señalado uno de los policías que dirigió las pesquisas.
El delito sólo lo pudo cometer alguien que conociera el edificio y que tenía que haber alguien de la Comisaría que facilitara información y acceso, han explicado los investigadores.
Los testigos han negado que forzaran o presionaran a los acusados para admitir el delito, que son el agente Lars, su esposa María Teresa y la pareja formada por Manuel y Violeta.
Los policías han contado que el agente estaba siendo investigado por la Guardia Civil porque había sido visto con un narcotraficante en un yate, aunque para ellos, han manifestado, eso podía tener otra explicación y era que Lars tenía un negocio de venta de barcos y coches.
También han resaltado que los cuatro acusados pasaron la Nocheviejade 2007 en Sierra Nevaday que para ellos eso no era ninguna casualidad. A lo que hay que añadir el incremento patrimonial de los cuatro acusados y los perfiles genéticos y las huellas de Manuel y Violeta en los paquetes falsos de droga.
Los policías de asuntos internos insisten en un detalle, que una de las cerraduras de acceso a los calabozos estaba obstruida la mañana en la que se descubrió el robo, el 11 de junio de 2008, cuando Lars Sepúlveda ya estaba en excedencia en la Policía. Son manifestaciones que siguen levantando suspicacias todavía hoy cuando ya se está celebrando el juicio.
