ARCO 2013 confía en la recuperación del mercado del arte a pesar de la crisis

Los galeristas confían en el interés de los coleccionistas por comprar obras de interés, aunque las adquisiciones sean este año más caras por la subida del IVA hasta el 21%. Algunos creen que puede ser el derrumbe del sector y la aparición de dinero negro en las compras

La 32ª edición de la Feria Internacional de Arte contemporáneo de Madrid ARCO 2013 ha comenzado hoy en el recinto ferial de IFEMA con una nueva espada de Damócles añadida a las incertidumbres de la crisis. En esta edición el coleccionista que compre obras en ARCO tendrá que pagar un 21% de IVA, el más alto de toda la Unión Europea en este tipo de transacciones. Eso puede retraer a muchos compradores que podrían adquirir las mismas piezas fuera de nuestro país a un precio más bajo. Algunos opinan que los coleccionistas pueden aprovechar para hacer precontratos de compra y cerrar las operaciones más adelante fuera de España con una imposición fiscal más baja. Los organizadores de ARCO, como otros años, se han empelado a fondo para invitar a todo trapo a 250 coleccionistas internacionales de arte para que la feria no termine en fracaso. Esos mismos organizadores se empeñaban hoy en decir a la prensa que el ambiente del comienzo estaba siendo muy esperanzador y con grandes expectativas.

Pero no todos son tan optimistas. Roberto Doctor, de la Galería Fúcares de Madrid, ha comentado a la Cadena Ser que la subida del IVA puede significar el derrumbe del sector en España y también la tentación de aflorar dinero negro en las compras de obras de arte. La galerista Juana de Aizpuru confía en que la subida fiscal no suponga una retirada de compradores, pero insiste en que el gobierno debe establecer una imposición fiscal diferente porque no estamos hablando de objetos de lujo, sino de bienes culturales que los coleccionistas españoles pueden adquirir para atesorar un patrimonio artístico que ahora las instituciones públicas no pueden pagar y que después podrán disfrutar los españoles aficionados al arte contemporáneo.

En la feria, que se celebrará hasta el 16 de febrero, se pueden adquirir piezas por precios que oscilan entre los 400 euros más IVA y el 1.680.000 euros que cuesta un cuadro que Picasso pintó en 1919 'Compotier, bouteille, guitarre devant une fenêtre ouverte", una composición cubista que quizás es también la obra de menor tamaño de la feria con tan solo una superficie pintada de 21x21 cm y que expone la galería madrileña Leandro Navarro. También hay obras como la amazona del colombiano Fernando Botero estimada en unos 800.000 euros.

Como en ediciones anteriores, la fotografía, el vídeo arte, el grabado por ordenador, los dibujos, la pintura, las esculturas y las instalaciones se mezclan entre las ofertas de las galerías pero con un menor efecto de provocación que en pasadas ediciones. Puede ser que el arte contemporáneo esté un poco estancado en sus planteamientos expresivos y ya no ofrezca tantas sorpresas al espectador. No obstante se pueden encontrar algunas propuestas de reivindicación social como la obra de la mexicana Teresa Margales en la galería Charpentier de París titulada "Ya basta hijos de puta", un lema contra las bandas del narcotráfico que puede ampliarse a todo un movimiento de protesta internacional contra las sociedades de muchos países y en el que también se incluiría el grito de los indignados del 15-M en España. La feria será inaugurada mañana oficialmente por los Príncipes de Asturias.

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