
Los olvidados del conflicto sanitario
Trabajadores de las 26 categorías no sanitarias privatizadas se han manifestado frente a una de las sedes de la Consejería de Sanidad. Aseguran que la externalización de trabajos como cocina, mantenimiento o lavandería también afectará a la calidad asistencial de los pacientes

Los trabajadores no sanitarios manifestándose frente a la sede de Recursos Humanos de la Consejerías de Sanidad / JAVIER BAÑUELOS
Con banderas sindicales, con carteles con lemas con "la sanidad no se vende, se defiende", cerca de 250 personas se han concentrado para denunciar que la privatización también afecta a servicios no sanitarios. La marcha ha sido convocada por los seis sindicatos presentes en la mesa sectorial de sanidad, AMYTS, SATSE, CC.OO, CSIT-UP, UGT y USAE.
Más información
- 'Marea blanca' pasada por agua
- La oposición denuncia la dependencia de la eventualidad en la sanidad madrileña
- Lasquetty retrasa la privatización de los centros de atención primaria
- Los médicos de Madrid convocan una 'no-huelga' contra la privatización de la sanidad
- El PSM intentará paralizar judicialmente la privatización de la sanidad
- Enfermeros advierten que tomarán medidas ante crisis que vive el gremio
- La Comunidad de Madrid despide a 180 interinos del Hospital Puerta de Hierro
- DESCARGABLE Ley en la que se dio luz verde a la desaparición de 26 categorías no sanitarias
Conocen muy bien lo que supone privatizar, algunos de ellos ya pasaron por ello en julio de 2012. Ese mes, la Consejería de Sanidad publicó la Ley 4/2012 de Modificación de la Ley de Presupuestos Generales en la que se incluyó la privatización de varias categorías profesionales no sanitarias. Trabajos como "conductor de instalaciones, cocinero, telefonista, electricista, pinche...", y así hasta 26 categorías no sanitaras desaparecieron, y desde entonces su gestión ha pasado a manos privadas.
Los perjudicados por esta privatización se han concentrado este lunes frente a la sede de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad. Lo han hecho porque consideran que la privatización de estos servicios es la antesala de la privatización sanitaria. "Esto es sólo el primer paso para la privatización total, ahora van a por la servicios no sanitarios, más adelante irá el resto", explica Alberto, uno de los médicos que trabaja en el Centro de Transfusión de Sangre de la Comunidad de Madrid.
En la protesta no sólo se han reunido médicos, auxiliares de enfermerías, auxiliares administrativos... Y también hemos visto a enfermeras, enfermeras defendiendo a cocineras, "está claro que por mucho medicamento que tomes, como no te alimentes bien... Por eso es importante que no se privatice un servicio como es el de cocinas, sin ellas, esto no funciona igual", decía Asun, que lleva toda su vida trabajando en el Hospital Santa Cristina.
Cocineros contra la privatización
La privatización no sólo preocupa a los médicos, el temor también se ha colado entre los fogones. "No hay derecho a que los enfermos sufran un decrecimiento de la calidad asistencial porque se quiera privatizar las cocinas", se quejaba Paquita, que lleva más de 20 años en la cocina del Hospital de La Paz.
El temor crece entre fogones, pero también se ha detectado entre fusibles, Abel lleva 13 años trabajando como electricista en el Hospital Puerta de Hierro, primero en el viejo, después en el nuevo, "se abandona el mantenimiento de las instalaciones, no se da el dinero suficiente, y eso revierte en el enfermo que no tiene sus posibilidades cubiertas".
Preguntado por esta protesta, el consejero de Sanidad ha respondido que están haciendo un "esfuerzo" por mantener un sistema sanitario público "de alta calidad" y que "necesariamente" tiene que actuar "de otra manera" en "algunos aspectos", debido a la bajada de presupuestos.
