La sabana, a orillas del Pisuerga

Hierbas, árboles, arbustos, charcas y, sobre todo, animales salvajes. Fieras, en muchos casos, como el leopardo, la hiena, el búfalo cafre o el león. Menos peligrosos otros, como la grulla coronada o el ganso del Nilo. Pero todos ellos tienen en común su procedencia de la sabana africana, y también el haber pasado por la mano de una taxidermista antes de reunirse en la exposición que acaba de inaugurarse en el Museo de la Ciencia.

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"Señores de la Sabana y otros animales salvajes" es un curioso viaje a una de las zonas más fascinantes del planeta. Las impresionantes piezas que conforman la muestra han salido del patrimonio de Eduardo Romero Nieto, que habitualmente las expone en el Museo de la Fauna Salvaje de Valdehuesa (León), y también de la especialista Mª Ángeles Prieto, de Taxidermia Karangua.

"Ha sido una auténtica odisea transportar hasta aquí animales como una jirafa o un elefante", ha comentado el doctor Romero Nieto. También ha resultado complicado recrear el ambiente de la sabana, pero "se ha hecho un gran trabajo y el resultado guarda gran parecido con la realidad", según el propietario de los animales naturalizados.

La directora del Museo de la Ciencia, Inés Rodríguez Hidalgo, ha querido dar las gracias a todo su equipo por el gran esfuerzo realizado para producir esta exposición. También ha querido poner de manifiesto el carácter evocativo de la exposición. "En medio de este ambiente general de tristeza y desánimo general, queríamos montar una exposición que nos hiciera soñar".

"La idea", ha continuado Rodríguez Hidalgo, "es que el visitante se vea inmerso en una escena de la sabana y puedan evocar esas memorias de África que muchas veces conocemos sólo a través de la literatura y el cine, como es mi caso."

También el alcalde de Valladolid ha mostrado gran satisfacción personal por disfrutar en la ciudad de esta colección, cuyo acto de inauguración ha presidido. "Llevábamos tiempo detrás de esta exposición, pero su coste de producción es elevado y ha costado encontrar un patrocinador que lo sufragara", ha afirmado Javier León de la Riva.

Dos partes

La exposición cuenta con una primera parte en la que se pueden contemplar diferentes animales clasificados zoológicamente, de diversas procedencias y con paneles informativos. La curiosidad es que, además de los ejemplares naturalizados, se ofrece otro montaje con el esqueleto de cada uno de ellos.

En la segunda parte podemos disfrutar ya del auténtico paisaje de la sabana africana, perfectamente recreada y con la presencia de sus inquietantes inquilinos, incluidos el elefante y la jirafa. Todos ellos son ejemplares naturalizados, a excepción de dos reproducciones (el hipopótamo y el rinoceronte).

La exposición se quedará un año en el Museo de la Ciencia. Visitarla cuesta cuatro euros, y como es habitual en esta institución, traerá actividades paralelas que se presentarán próximamente.

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