Los socialistas recurren el archivo del incendio de la M-30 que mató a dos trabajadores

El Partido Socialista de Madrid ha recurrido el archivo de la investigación del incendio de la M-30 que acabó con la vida de dos personas, después de que la jueza concluyera que la muerte de los dos empleados se debió "pura y exclusivamente" a su imprudencia. La empresa de mantenimiento, tal y como les adelantó la Cadena SER, conocía diez meses antes del siniestro que el sistema de lucha contra incendios no funcionaba.

Los socialistas del Ayuntamiento de Madrid han recurrido el archivo de la investigación del incendio de la M-30 que terminó con la vida de dos trabajadores de mantenimiento. La jueza concluyó que los fallecimientos se debieron "pura y exclusivamente a la imprudencia de los finados", y ahora el PSM pide que se reabra la investigación alegando que "existe una causalidad entre los fallecimientos y el lamentable estado de las instalaciones".

En su escrito, los socialistas madrileños disienten del razonamiento de la magistrada, que en su auto de archivo señalaba que para cuando los fallecidos accedieron al lugar donde perdieron la vida "el incendio estaba sofocado y controlado". Indica el recurso de reforma y apelación que "es evidente que si los sistemas de seguridad hubieran estado operativos y en funcionamiento" el incendio no habría necesitado la intervención de numerosas dotaciones de bomberos.

Una estrategia para "echar la culpa a los muertos"

El recurso pide también que la jueza tenga en cuenta las declaraciones realizadas por algunos testigos ante la Policía, en las que afirmaron que los fallecidos "accedieron al cuarto para ayudar a la empresa a tapar que el sistema de agua nebulizada estuviera inutilizado y desmantelado". Define como "llamativo" que nadie en la empresa de mantenimiento, salvo los dos fallecidos, tuvieran conocimiento del estado de desmantelamiento del sistema de detección y extinción de incendios en "una clara estrategia de echar la culpa a los muertos". Opinan los socialistas del Ayuntamiento de Madrid que la justicia no ha analizado si se cometió un delito contra los derechos de los trabajadores ni si se pudo ocultar la existencia del incendio, incurriendo así en un delito de daños.

Como adelantó la Cadena SER, la empresa de mantenimiento, EMESA, conocía diez meses antes del siniestro que el sistema de lucha contra incendios no funcionaba porque "las bombonas de nitrógeno estaban vacías y desconectadas" y llegó incluso a tener sobre la mesa dos presupuestos para solucionar esos problemas. La cámara de seguridad del pozo incendiado enfocó a la pared durante el incendio y las declaraciones de bomberos y trabajadores de EMESA coincidieron en señalar que los trabajadores se colaron para "ocultar las deficiencias de mantenimiento".