El desacuerdo entre las partes hace que renuncien al manifiesto para Villalar
Por primera vez desde que se celebra esta fiesta, no habrá lectura del manifiesto reivindicativo que se sustituirá por una llamada a la participación de todos los ciudadanos en los actos programados
Los partidos políticos y los agentes sociales acordaron por unanimidad realizar un llamamiento a los ciudadanos de Castilla y León para que acudan el próximo 23 de abril a Villalar de los Comuneros para celebrar el Día de la Comunidad. Ante las dificultades por la coyuntura política y económica, los negociadores decidieron renunciar a la elaboración del manifiesto y llamar a defender la Comunidad en la villa comunera.
Este es el estado en el que se encuentra el solar adquirido por la Fundación Villalar para construir su sede
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Éste fue el acuerdo que salió de la primera reunión, convocada como cada año a instancia de IU, a la que acudieron representantes de PSOE, PP, UGT, CCOO, UPA, COAG y la Confederación de Asociaciones de Vecinos. Según informaron fuentes de los negociadores, se hará un llamamiento para hacer Comunidad, cuyo contenido presentarán el 19 de abril, y no habrá manifiesto.
La fiesta de la Comunidad en Villalar de los Comuneros está consolidada y los convocantes han decidido mantener el espíritu aunque cada organización tenga un punto de vista al entender que lo importante es la apuesta y la defensa de Castilla y León, explicaron las fuentes consultadas.
Los convocantes realizarán así un llamamiento desde la unidad y el respeto para que la ciudadanía acuda a la campa y traslade las reivindicaciones que estime oportunas desde sus posiciones ideológicas. De esta manera, por primera vez desde 2005, año en que se sumó el PP, no habrá la foto de familia en el estrado de la campa de la villa comunera, si bien esta imagen conjunta se verá el 19 de abril cuando realicen la convocatoria oficial para estar en Villalar.
Cada año Izquierda Unida asume la iniciativa de convocar las reuniones, cuyo coordinador autonómico, José María González, informó hoy a través de un comunicado de que ha sondeado a los representantes de los colectivos firmantes sobre los posibles contenidos del texto de 2013, año marcado por un importante aumento del desempleo en Castilla y León.
El manifiesto de 2012 tuvo una complicada negociación, ya que se produjeron divergencias que casi terminan con el consenso, cuando se trató de plasmar en el texto la oposición a la reforma laboral y a las medidas de ajuste de los servicios públicos adoptadas por el Gobierno y la Junta. Al final se mantuvo el acuerdo en el último momento con una defensa de los servicios públicos básicos y la compatibilidad entre la política de austeridad para cumplir con el déficit y el crecimiento.
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